Al día siguiente a la hora de la noche, mi madre tocó la puerta de mi habitación y yo le dije que podía pasar, estaba viendo una serie llamada “You” y casi iba por la mitad, la puse en pausa y miré a mi madre, ella estaba bien maquillada y lucía un vestido elegante acompañado de un buen peinado.
—Habrá una inauguración de un evento exclusivo del gobierno —murmuró mi madre—, iré con Jeff, no sé a qué hora regresemos, así que te dejé comida en la nevera, hay helado, también puedes pedir pizza o lo que quieras, ¿bien?
Afirmé con la cabeza y me senté en la cama, el día para mí había parecido gris a pesar de que el sol estaba bastante resplandeciente, casi no había querido comer y mis ánimos estaban por el suelo, le había vuelto a escribir a Draco, pero nuevamente no tuve respuesta y el hecho de que me ignorara adrede por estar molesto por algo que fue mi culpa, me ponía peor, tal vez era por culpa de los síntomas de la menstruación, aunque extrañamente parecía haberse suspendido, ya no sangraba, como si el susto de ayer me hubiera afectado más de lo que creí.
Maldición, ya quería que acabara el verano, quería largarme a mi universidad e iniciar lo que sería mi vida.
—¿Estás así por lo de anoche? —preguntó mi madre al ver que mi única respuesta fue un simple y casi inaudible “si”.
Ella respiró profundo y entró a la habitación, su perfume de Channel inundando mis fosas nasales. Tomó asiento a un costado de mi cama y colocó una mano sobre mi muslo.
—Tal vez Evans te haga sentir mejor —continuó mi madre—, tal vez si sales con él y...
A la mierda con Evans y su combo de amigos.
—Mamá —la interrumpí sintiéndome harta—. No me gusta Evans, me gusta Draco.
Cuando las palabras salieron de mis labios miré su reacción sintiendo mis mejillas sonrojarse, mi madre pareció sorprendida por unos segundos y luego aclaró su garganta.
—Para malas decisiones estás hecha —dijo girando los ojos—, supongo que de tal palo tal astilla.
Fruncí el ceño débilmente sin comprender si estaba ofendiéndome o se ofendía a ella misma, creí que le afectaría más mi confesión.
—Sé que... —continuó— parece interesante estar con un chico fuerte y rudo que no teme golpear a cualquiera por defender su territorio, pero poco a poco se convierte en una relación abusiva.
—Evans golpeó a Leonardo... —comencé a decir, no comprendía entonces por qué tenía empeño en que yo estuviera con Evans.
—Leonardo quería violarte —refutó mi madre—, ¿Qué excusa tiene Draco para que golpeara a Evans que no fueran celos por ti?
Apreté la quijada, creí que mi madre no sabía que lo que había pasado en el museo había sido por mí, al parecer los chismes corrían bastante rápidos.
—Mira a tu padre —continuó—, él me trataba como su pertenencia, los celos eran descomunales, y no te miento, me gustaba creer que le importara tanto como para que siempre estuviera controlando lo que hacía, pero luego descubrí que solo me manipulaba, quería tener el control sobre mí y siempre yo era la culpable, me hacía sentir que él nunca hizo nada malo cuando en realidad todo fue su culpa.
Ella mantuvo su mirada perdida por unos segundos en la pared y sonrió débilmente.
—Desde que vi como Draco te miró esa noche de la inauguración, tuve un deja vú —murmuró—, tu padre hacía exactamente lo mismo antes de conocernos, me ignoraba y eso hacía crecer mi interés por él, hasta que luego pues... sabes cómo terminó, me dejó por otra mujer.
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Deseo... que seas mío. (Libro 1 Y 2) [Completo]
Teen Fiction(Libro 1 y 2 completos) El problema era Evans Damon, él iba en el último año del instituto, era jugador de futbol, y mi crush imposible, él no sabía de mi existencia hasta que le eché la comida encima frente a todos en el comedor. Pensé que me odiar...