Deseo... que seas mío. (Libro 1 Y 2) [Completo]

Capítulo 15

#Stayhome

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Su boca se abrió y yo le correspondí aceptando la caricia de su lengua contra la mía, sus manos se enredaron en mi cabello fijando mi rostro y profundizando el beso, incrementando la necesidad que tenía por estar más cerca de él. Los recuerdos que creí haber enterrado comenzaron a revolverse en mi mente y las lágrimas comenzaron a salir de mis ojos, Draco se separó un poco, nuestras respiraciones mezclándose, sus ojos azules pasearon por mi rostro notando las lágrimas que se escurrían por mis mejillas, me sentía tan estúpida...

—¿Estás llorando? —preguntó Draco en un susurro, su pulgar acarició mi mejilla limpiando mi rostro y yo bajé la mirada negando con la cabeza, quería decir algo, cualquier cosa para justificarme, pero no encontraba mi voz.

Eres tan patética Eclipse.

Me separé de su agarre sintiendo mi pecho arder, mi mente dividida en dos enormes pedazos, mientras me apoyaba de mi asiento e intentaba calmarme, Draco parecía querer decir otra cosa, tal vez preguntarme qué pudo ocasionar mi reacción o si había hecho algo mal, pero la puerta del copiloto se abrió casi al mismo tiempo que la de atrás, Emma y Stan subieron riéndose de algo que había ocurrido completamente distraídos, me alivié de que ella trajera mi bolso, venían completamente ajenos a lo que había ocurrido segundos antes aquí.

—¿Qué ocurre? —dijo Emma, yo fingí estar dormida, a la escasa luz era casi imposible reconocer que estaba llorando, para mi suerte fue Draco el que habló.

—Está drogada, será mejor que se quede con nosotros esta noche —dijo, escuché que encendió el motor y el carro comenzó a andar—. Llama a su madre, invéntale cualquier cosa para evitar que la castiguen o algo así.

—Mierda —escuché que susurró Emma tan bajo que dudo que alguien más la hubiera alcanzado a oír—, creí que ya lo había dejado.

Yo también creí que lo había dejado, pero últimamente había roto todas las promesas que hice alguna vez.

Al llegar a casa de Emma después de dejar a Stan en su casa, Draco me cargó en sus brazos, yo todavía seguía haciéndome la dormida para evitar preguntas, y lo admito me gustó sentir sus brazos, su cuerpo era grande y yo parecía caber perfectamente entre ellos.

—Voy a dejarla en mi habitación, yo dormiré en el mueble de la sala —escuché que dijo Draco, su caminar era determinado, Emma le seguía de cerca.

—Ella puede dormir conmigo, no hay problema —dijo Emma.

—Sé que ella parece no pesar nada, pero sí pesa, no me atrevo a subir las escaleras con ella —dijo Draco, él tenía razón, la habitación de huéspedes donde al parecer se quedaba Draco era la única que quedaba en la planta baja de la casa, en cambio el resto de las habitaciones quedaban arriba.

—Está bien —dijo Emma—, te traeré unas sábanas.

Escuché sus pasos alejarse y luego Draco me depositó en la cama con delicadeza arreglando mi cabello lejos de mi rostro y fue cuando entre abrí los ojos.

—Gracias —susurré.

—¿Estabas fingiendo dormir? —dijo Draco pareciendo ligeramente indignado—, pudiste caminar.

—Me gustó que me cargaras, nunca nadie lo había hecho —dije sintiendo mis mejillas sonrojarse un poco al recordar cuando me besó y yo me alejé llorando.

Él miró mis labios por medio segundo antes de cambiar la mirada a otro lado de la habitación probablemente también pensando en el beso, no sé por qué de repente el ambiente se sentía un poco incómodo o tenso.

—Realmente creí que eras más que una chica que se droga —dijo pareciendo decepcionado mientras se levantaba de la cama—, pero supongo que no te conozco lo suficiente, aunque estoy seguro de una cosa, tienes la palabra problemática pegada en la frente, no deberíamos ni siquiera estar cerca de ti.

Me quedé por un momento confundida ¿me había llamado problemática? Pero si realmente desde que llegué de Ámsterdam no me había metido en problemas, además él se había asegurado de estar alejado de mí la mayoría de las veces, ¿Cómo se atrevía a decir algo así?

—¿Perdón? —expresé indignada apoyándome de mis codos para levantarme un poco—, te recuerdo que tú fuiste el que me alejó de Evans y prácticamente me arrastró hacia el carro.

—Evitaba que esos idiotas tuvieran el gusto de apostar para ver quién follaba primero contigo —refutó—, pero si querías andas de golfa con ellos entonces la próxima no me meteré en medio y dejaré que seas libre... no mereces tener un amigo como yo.

Un momento... ¿Entonces éramos amigos?

Mordí el interior de mi mejilla con fuerza y cerré los ojos, agradecía que Draco me hubiera alejado de Evans, no estaba pensando con claridad aun después de jurar odiarlo y vengarme de él por lo que me hizo, pero no entendía su comportamiento tan extraño, ni mucho menos después el por qué me besó si me creía tan problemática.

—Draco —dije luego de un momento—, en realidad gracias por alejarme del idiota de Evans, tienes razón, no estaba pensando correctamente y probablemente me arrepentiría después.

Él formó una extraña expresión, como si estuviera a punto de sonreír pero solo se quedaba serio y con la mirada fija en mí, aclaré mi garganta y proseguí diciendo:

—Pero realmente no comprendo en qué te afecta tanto lo que yo haga, tú me tratas muy mal y no me digas eso de “creo que te estás dando demasiada importancia” porque te he visto interactuar con los demás y eres realmente una persona muy sociable que le cae bien a todos, no comprendo por qué te alejas como si me odiaras y luego al otro momento me proteges y me besas...

Lo vi tensarse un poco, se cruzó de brazos y balanceó el peso de una pierna a otra  pareciendo ligeramente incómodo.

—Yo tampoco me entiendo, debe ser el ambiente de Emporia que me hace repelerte solo a ti —soltó pareciendo poco convencido de lo que decía—, hay cosas que no tienen respuesta, simplemente ocurren.

¿Qué? Eso no tenía ningún sentido, ni siquiera para él.

—¿Pero qué clase de respuesta es esa? —refuté—, tú comportamiento debe tener un “por qué”.

Soltó un bufido burlón y se encogió de hombros.

—¿Acaso tus lágrimas en el carro tenían un “por qué”? —dijo—, de seguro era la droga, que te hizo actuar así.

Me quedé un momento fuera de lugar, sabía que me lo preguntaría, después de todo mi reacción había sido extraña.

—Mis lágrimas no eran por la droga. —expresé soltando un suspiro profundo y agregué:— Recordé cosas que no debía recordar.

Recuerdos que creí enterrar a diez metros bajo tierra, pero al parecer no había sido tierra sino algodón de azúcar que se desasió al mojarse con mis lágrimas.

—No me digas —refutó con algo de burla— ¿algún novio que te traicionó?

Tomé una profunda respiración y cuando lo miré fijamente negué con la cabeza para decir:

—Novia.

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Jaja... Espera KHA?!!!!
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Me encantaría ver tu cara en este momento.😂😂😂

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