Capítulo 12

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#lavatelasmanosyquedateencasa

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Emma no me había dicho que la fiesta era de un cumpleaños en una enorme casa, habían muchos chicos de nuestra edad, la música estaba muy alta y habían varias personas bailando. Al parecer Draco conocía ya a varias personas porque comenzó a entablar conversación con ellas al igual que Stan, me sentía un poco fuera de lugar hasta que Emma me agarró de la muñeca.

—Ven, vamos a cambiarnos —sonrió, iba a comenzar a decirle que quería esperar un poco hasta que vi a una chica tocar el hombro de Draco y comenzar a hablarle, no sabía por qué, pero me molestó mucho la manera en la que arreglaba su cabello y parecía modelar su traje baño de dos piezas rojo.

Perra.

—¿Qué ocurre? —dijo Emma con una ligera sonrisa— ¿Acaso te gusta Draco?

Creo que me molestaba que Draco le sonriera y hablara con normalidad, cuando a mí me trató como mierda ayer y casi ni me había dirigido una mirada hoy.

—Obviamente no —dije girando los ojos pero hirviendo por dentro cuando vi a la zorra reírse de algo y comenzar a acariciar su brazo.

—Si te gusta Draco déjame decirte que perderás —dijo Emma negando con la cabeza—, a muchas chicas de por aquí les gusta, pero él no parece gustarle nadie.

¿Y cómo no? Draco era hermosísimo y para colmo Alemán, a lo mejor se creía muy bueno como para salir con las chicas de aquí.

—Vamos a cambiarnos —dije sintiéndome un poco molesta, creí que con nuestra conversación de ayer tendríamos más familiaridad, incluso él me había llamado “hermosa” pero se estaba comportando indiferente conmigo hoy.

Por Dios Eclipse, cálmate.

Respiré profundo y acompañé a Emma a cambiarnos, no podía tener cabeza para esto, no después de todo lo que había pasado, pero aquí estaba, como una estúpida pensando en él  y de cierta manera, me gustaba pensar en él, así todo lo demás parecía menos importante.

—¿Esto no es demasiado pequeño? —murmuré mirándome en el espejo, no estaba acostumbrada a mostrar tanta piel, el traje de baño era negro con un diseño bastante elegante que resaltaba las curvas que creí eran mínimas en mí.

—¿De qué hablas? Te queda divino. —dijo Emma, su traje baño era parecido solo que de cuerpo completo. Iba a refutar, pero ella agregó: — Además, si quieres impresionar a Draco... 

¿impresionar a Draco por usar poca ropa? Bueno, sabía que los hombres se volvían locos cuando veían mucha piel, pero Draco parecía tan indiferente conmigo que dudaba que se fijara en mí. Comencé a caminar a la puerta y me detuve con la mano en el pomo para poder reírme del comentario de Emma.

—Oh, cállate, Draco está lindo solo para follar, de resto me parece poco interesante —solté sintiéndome extrañamente molesta de que en realidad me pareciera bastante interesante, pero no lo quería admitir.

Cuando abrí la puerta, vi a Draco del otro lado.

Mierda.

Mis mejillas cosquillearon dándole paso probablemente a un intenso sonrojo, noté como su expresión era ligeramente sorprendida o confusa, no estaba segura, se disculpó como si hubiera admitido habernos estado espiando y comenzó a caminar lejos de ahí. Apreté los ojos con fuerza, joder, lo había escuchado todo, que vergüenza, ahora de seguro creería que era una zorra sin sentimientos que follaba con cualquiera.

Deseo... que seas mío. (Libro 1 Y 2) [Completo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora