XI. Sin contexto

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Actualización (2/3)

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Debes olvidar a Draco Eclipse, valórate.

Mi conciencia me tranquilizó, debía enfocarme, eso era el pasado y quería que se quedara en el pasado. Llegamos al apartamento, Ken cargó a Russ sobre su hombro y cuando íbamos por el segundo piso se le ocurrió buscar en los bolsillos.

—Mierda, la llave —dijo Ken—, ¿Puedes ir al carro y ver si se le cayeron en el asiento?

Me ofreció la llave de su auto, me limité a tomarlas y bajar nuevamente mientras él siguió subiendo con Russ.


KEN


Cuando por fin llegamos al segundo piso dejé a Russ en el suelo para poder recuperar el aliento, antes iba al gimnasio, pero desde que me metí en el negocio familiar desde hacía casi tres años no tenía tiempo para nada más que no fuera trabajo.

—¿Dónde me trajiste? —gruñó Russ en tono casi inentendible.

—A tu casa hijo de puta —repliqué dándole un lepe en la cabeza—, ¿o preferías quedarte con ese chico?

Russ convenientemente volvió a quedarse dormido derrumbándose en el suelo, sabía que no me había escuchado porque él creía que nadie sabía su secreto, pero yo siempre lo supe, éramos primos cercanos, cuando yo volteaba a ver a una chica bonita, él volteaba a ver al chico y eso para mí era muy obvio.

Además de que había tenido que salvarle el culo a Russ en el bar, sabía eso del código de primos donde debíamos cubrirnos las espaldas pero esto me parecía el colmo del descaro que llevara a una chica y luego la dejara abandonada o sin importancia para ir con un chico al baño.



Horas antes en el bar.



Estaba en la mesa, observaba todo alrededor como tenía por costumbre, me gustaba analizar las cosas; me gustaba analizar a las personas, aunque claro lo admitía comencé a ser así luego de que Erika (la chica con la que tuve a mi primer hijo) me mostrara ser una buena chica decente, pero resultó ser solo una desequilibrada mental que nos abandonó y desapareció dejándome a mi hijo; Alex Scheffer. Sabía que no había sido buena idea confiar en que ella se tomaría la píldora.

Observé cuando Russ se levantó con el pretexto de buscar unos tragos, me pareció extraño, él desde que llegó estaba inquieto y sabía que buscaba algo, además de que él no bebía la primera hora, siempre lo hacía después; más tarde. Lo seguí con la mirada aprovechando que todos estaban distraídos y de repente vi a Russ yéndose de la mano con un tipo robusto a los baños del fondo.

Mierda.

Lo sabía.

Luego de un rato donde me estaba aburriendo me levanté a bailar con unas chicas que estaban solas cuando de repente mi mirada se enfocó en Eclipse, como lo sospeché desde que la conocí; todo era una farsa, pero ella no parecía saber que él solo la usaba, pobre niña.

Me alejé de las chicas con las que bailaba y me acerqué a la mesa antes de que Eclipse se levantara y viera a Russ o sospechara que algo ocurría y se fuera.

Me debes una bien grande Russ.

Ella se sorprendió un poco, ahora que lo notaba estaba muy cerca de ella, pero podía notar que Eclipse era realmente hermosa, parecía delicada, a la vez misteriosa y atrevida. Ella sonrió, maldición, esa simple sonrisa me hizo sentir algo raro en el estómago como la primera vez que la vi y no eran nauseas, era extraño como una rara conexión, nunca la había sentido con nadie ni siquiera lo sentí con Erika.

—Uhm, feliz cumpleaños, ¿Cuántos cumples? —murmuró inclinándose hacia mí, inhalé su perfume a coco, casi sentí la necesidad de quedarme oliendo su cabello, me preguntaba si así olería todas su piel, joder, creo que me iba causar una erección.

—Los suficientes —bromee, ella no pareció entender mi broma, así que dije: — 24, ¿tú qué edad tienes?

Sabía que ella tenía 19, el papá de Russ lo comentó en la boda cuando ellos se fueron y nos quedamos comentando en la mesa su rara relación, evidentemente todos creían que era real.

Yo sabía que no era real.

—Los suficientes —me guiñó un ojo, involuntariamente sonreí, no podía creer que estuviera coqueteándome, eso quería decir que sí había esa conexión, yo sabía que no había sido solo yo el que lo había sentido, tal vez debería hablarle de Dangelo, pero creo que era muy pronto para darle tanto acceso a nuestra vida.

Mi mirada fue hacia los baños y vi a Russ saliendo de la mano con el otro tipo ambos haciendo evidente su relación dándose un beso frente a todo el mundo, ¿Qué mierda haces Russ?

Eclipse iba a voltear pero le tomé el rostro con una mano forzando su cara hacia mí para que no los viera.

Oh, mierda, ¿Qué estaba haciendo?

Ella me miró un poco confusa, pero casi juré que sus ojos se oscurecieron un poco y mordió un su labio inferior, la respiración se quedó atascada en mis pulmones, comencé a sentir un cosquilleo en mi entrepierna y la solté aclarando mi garganta.

—Lo siento —dije e inventé:— Ya no se te ve el golpe.


*


Salí de mis pensamientos cuando escuché el sonido de la muleta y las pisadas de Eclipse cuando llegó al segundo piso y movió las llaves ofreciéndome una sonrisa victoriosa, por suerte el muy imbécil de mi primo las había dejado en el auto y no botadas en el bar.



ECLIPSE



Abrí el apartamento y Ken cargó nuevamente a Russ hacia una de las habitaciones. El apartamento de Russ era acogedor, tenía muchas decoraciones pero no estaba muy limpio. Cerré la reja y dejé la puerta interna abierta mientras esperaba a que Ken saliera, pero al ver que estaba tardado caminé hacia la habitación y me asomé observando como le quitaba las botas pareciendo pelear con el cierre.

Aguanté una carcajada y me acerqué a él justo cuando le sacó la primera bota, la habitación tenía una luz tenue, Russ estaba acostado boca abajo sin embargo sus ronquidos resonaban.

—Déjaselas puestas —sugerí, Ken negó con la cabeza.

—No quiero que ensucie su cama —se limitó a decir comenzando a forcejear con el otro cierre de las botas, a mi parecer estaban limpias, pero si no nos íbamos a ir hasta que terminara de sacarle las botas decidí ayudarlo.

—Déjame —lo aparté tocándole el hombro, él se echó a un lado y con fuerza bajé el cierre y forcejee con la estrecha bota que vestía su pie, cuando por fin la bota salió, perdí el equilibrio por mi pie enyesado y me llevé a Ken por el medio, él por suerte se apoyó de la pared y me sostuvo antes de que cayéramos torpemente.

Aguanté una carcajada, no me di cuenta de lo cerca que estábamos, su cara estaba casi a la misma altura que la mía atrás de mí, eso ocasionó que nuestros labios rozaran por accidente cuando voltee a ver si estaba bien. Me separé por inercia rápidamente abriendo mis ojos en sorpresa, sintiendo un raro cosquilleo en el lugar donde nuestros labios hicieron contacto, él pareció también sorprendido sin embargo no soltó el agarre alrededor de mi torso sino que me aferró un poco más fuerte...

...Y sucedió.

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2/3!!!! Pero recuerda votar♥ o te saldrá Anabelle

Deseo... que seas mío. (Libro 1 Y 2) [Completo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora