#Holaguapas♥quedateencasa
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★*★Desperté del recuerdo de Debra cuando Evans prendió el porro y yo lo llevé a mi boca dando una profunda bocanada, en seguida mi cerebro comenzó a cosquillear y mi mente comenzó a llenarse de pensamientos y recuerdos que parecían relajantes, pero a la vez no existían.
—Esto vuelve las sensaciones incluso más intensas —dijo Evans tomándome de la cintura para que me acercara a él y pude ver una media sonrisa cuando dejó un leve beso en mi cuello, pero la sensación de simple cosquilleo normal no fue lo que sentí, sino en todo el cuerpo, como si hubiera besado toda mi piel en ese segundo.
Ahogué un gemido, yo sabía que esa droga hacía ese efecto, y pensar en volver a sentirlo me dio un extraño cosquilleo en el vientre.
—Subamos —susurró a mi oído y cuando mordió el lóbulo de mi oreja tuve que aferrarme de sus brazos para aguantar el intenso deseo que despertó en mí.
Cuando me tomó la mano y comenzó a guiarme fuera de la cocina hacia las escaleras no puse resistencia, iba a dar otra calada para mantenerme en la sensación cuando sentí que alguien me la quitó de los labios y me agarró fuertemente el brazo, apenas enfoqué mi mirada en el otro hombre.
¿Qué era esto? A mí no me iban los tríos... aunque en este estado lelo en el que me encontraba, la idea sonaba tentadora.
—Suéltala —escuché que dijo Evans, él estaba a dos escalones arriba, pero yo no había subido ningún peldaño todavía, el hombre que me tenía retenida me jaló de modo que me puso detrás de él y en mi tonto estado no pude ni siquiera resistirme solo moverme por inercia.
—Si no quieres problemas es mejor que la dejes en paz —dijo Draco, me apoyé de su espalda sintiéndola suave a la vez que su mano se aferraba fuerte a mi muñeca como si se asegurara de mantenerme protegida.
¿Por qué Draco me defendía? Creí que él me creía apestosa.
Sus palabras llegaron a mi cabeza dando vueltas: Te estás dando demasiada importancia ¿sabes que no eres el centro del universo?
—Ella quería subir —dijo Evans, yo me asomé y observé como el rostro de Evans estaba rojo a pesar de la escasa luz y del humo alrededor. Sus ojos verdes se fijaron en mí y me ofreció una mano—, si quieres venir conmigo, ven, no le pares a este idiota.
Draco se interpuso entre él y mi campo de visión con su cuerpo pareciendo a punto de golpear a Evans.
—Nos vamos —dijo Draco, se volteó y comenzó a caminar arrastrándome con él como si se tratara de una muñeca de trapo.
Salimos de la casa, sentía la noche fría traspasar mi piel y casi tropecé con el aire porque mis pasos se volvían torpes en mi cerebro descoordinado, apenas noté que Draco me metió a la parte de atrás del auto, era lo malo de estar en las nubes completamente relajada, nada parecía importar y todo parecía confuso.
Lo peor era la sensación de comenzar a despertar, se sentía un agrio asqueroso en la garganta y muchas vueltas en la cabeza.
Estuve unos segundos muy quieta hasta que paulatinamente el efecto comenzó perderse y comencé a volver a la tierra, miré a Draco sentado en el asiento del piloto andando su teléfono celular, el sonido del teclado táctil era lo único que retumbaba en el carro.
¿Por qué entre todas las personas Draco decidió “rescatarme” aún cuando yo en realidad había decidido subir con Evans siendo víctima de mis hormonas alborotadas y mi cerebro fuera de sus cabales?
—¿Vas a llevarme a casa? —murmuré sintiéndome extrañamente humillada, como si mi madre se hubiera aparecido y me hubiera formado todo un espectáculo frente a todos en la fiesta aunque no hubiera sido así.
Draco permaneció en silencio por unos segundos, creí que me ignoraría o que estaba enojado, sin embargo dijo:
—No sé si lo has notado —quitó la vista de su celular y me miró por el espejo del retrovisor—, pero tus ojos están rojos y al parecer tu sentido común se perdió allá adentro. Esperaré a que salga Emma, creo que es mejor que te quedes en la casa, ya le avisaremos a tu mamá.
Fruncí el ceño, ¿por qué de repente se comportaba como mi padre? Y ni siquiera mi padre me trataba así, las veces que mi padre se molestaba solo me agarraba del cabello con fuerza, me abofeteaba o gritaba, Draco se comportaba como si fuera una niña tonta e indefensa a su cargo.
—¿Alguien te ha dicho que pareciera que tuvieras personalidades diferentes? Algo así como el de Fragmentado ¿has visto esa película? —dije—, en un momento pareces el hombre más odioso y al siguiente un héroe que quiere defender a los demás.
Draco permaneció en silencio unos segundos, probablemente por mi extraña comparación, pero me había vuelto una adicta a las películas y más cuando Debra había conseguido Netflix, nos la pasábamos viendo películas todas las noches... lástima que ya no sería así.
—Te había advertido que tenían una apuesta contigo, ese chico solo quería follar, te protegía de cometer un error estando drogada —dijo volteando su cuerpo hacia mí para poder mirarme directamente—, además es algo que hubiera hecho por cualquiera. Como te dije antes, creo que te estás dando...
—...¿Demasiada importancia? —completé su frase—, no, no lo creo, cuando quise acercarme a ti en la piscina huiste de mí como si apestara, y luego estoy pasándola bien y tú me sacas a rastras de la fiesta.
—Ah, ¿entonces si querías follar con él? —dijo pareciendo ligeramente alterado— ¿Acaso se veía lindo solo para follar pero de resto te parecía poco interesante?
Abrí la boca débilmente, eso fue lo que yo había dicho en el baño acerca de él, ¿acaso estaba molesto por eso o eran ideas mías? Yo me había acercado para pedirle perdón y fue cuando se alejó, ¿qué derecho tenía para molestarse? Aunque de cierta manera agradecía que me hubiera alejado de Evans, de eso me hubiera arrepentido bastante, por Dios, ese hombre arruinó mi vida.
—¿Y a ti que te importa si sí quisiera? —refuté ahora alterándome, me incliné hacia adelante en el asiento para hacerle frente—, no vas a engañarme diciendo que intentabas protegerme cuando ni siquiera mi familia lo ha hecho.
Las palabras salieron fáciles de mi boca probablemente por la adrenalina del momento, pero era algo que tenía guardado, en el peor momento de mi vida mi familia me encerró en un internado, y cuando los llamaban para los problemas que yo ocasionaba dentro del internado nunca escuchaban la razón, solo me castigaban, me dejaban sola.
—Sí intentaba protegerte —refutó—, porque parece que ni siquiera puedes cuidarte sola.
¿Protegerme? Yo sabía hacerlo, lo había hecho todos estos años.
—Sé cuidarme sola —rebatí—, y no necesito que tú me defiendas, no necesito de un puto príncipe azul bipolar.
Entrecerró los ojos soltando un bufido burlón como si se diera por vencido de esta discusión.
—A la mierda —expresó—, eres insoportable.
Esto era el colmo.
—¡¿Yo?! —grité dispuesta a seguir discutiendo, y fue cuando sucedió.
Soltó un suspiro agotado, sus ojos fijos en los míos pareciendo pensar en algo determinado antes de que su mano agarrara la parte posterior de mi cuello y solo vi el reflejo de su rostro cuando sus labios estaban sobre los míos.
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Esssperaaaaa kheeeeeeeee??!!!!! Jajajjajaja! Este Draco es todo un enigma!
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Deseo... que seas mío. (Libro 1 Y 2) [Completo]
Ficção Adolescente(Libro 1 y 2 completos) El problema era Evans Damon, él iba en el último año del instituto, era jugador de futbol, y mi crush imposible, él no sabía de mi existencia hasta que le eché la comida encima frente a todos en el comedor. Pensé que me odiar...