Deseo... que seas mío. (Libro 1 Y 2) [Completo]

Capítulo 20

Me quedé muy quieta por varios segundos sin poder creer lo que había acabado de pasar, ¿acaso las personas se pusieron de acuerdo para hacerme sentir como una mierda? Realmente ya me estaba hartando de la extraña bipolaridad de Draco, en un momento parecía tener mucha curiosidad por mí y al otro simplemente era indiferente y actuaba como si no me conociera.

Llevé una mano a mi cabeza intentado calmar mi ansiedad hacia el rechazo, cuando de repente alguien me tocó el brazo, voltee encontrándome con Emma, tenía una deslumbrante sonrisa y un antifaz negro que resaltaba sus ojos, su vestido color rojo de muchos volados le favorecía sus curvas, lucía bastante bien.

—Mírate, estás deslumbrante —dijo Emma—, ¿nos tomamos fotos?

Me encogí de hombros y afirmé con la cabeza tragándome las fuertes ganas de llorar, un porro sonaba bastante bien ahora, pero se suponía que ya no lo haría. Aparenté una sonrisa amplia como si todo estuviera bien, como si ellos no me hubieran hecho sentir defectuosa ni como una mierda solitaria.

Todo estará bien Eclipse, solo cálmate.

Después de tomarnos varias fotos dignas de subir a Instagram, me sentí mejor, también me ayudó escuchar a Emma hablar de Stan y lo mucho que lo amaba y esas cursilerías de que pronto irían a la universidad. Salimos del patio hacia nuevamente la recepción de invitados y tomamos asiento, habían varias personas en la pista de baile, otras hablando y riendo, Emma comenzó a burlarse de una pareja que bailaba la canción de I put spell on you como si se tratara de bachata, iba a decir algo también acerca de eso cuando mi mirada se dirigió a una de las mesas cercanas y vi a Draco hablando con una chica, enseguida la reconocí, era la chica del traje de baño rojo de la fiesta de ayer.

No sabría decir por qué, pero sentí que algo me oprimió el pecho al ver como él le sonreía y parecía estar a gusto con ella, al tiempo que varias personas pasaban saludándolo y él les ofrecía una cálida sonrisa y les correspondía el saludo.

¿Por qué la diferencia conmigo?

¿Acaso huelo mal?

Eclipse la mal oliente.

Disimuladamente olí mi axila, el desodorante de vainilla seguía ahí, mi perfume seguía fresco en mi piel, al igual que el dulce olor de mi cabello, ¿entonces por qué me trataba diferente? Creí que después de nuestra conversación de ayer seríamos amigos.

—Si te hace sentir mejor, Helena es la que anda detrás de él, siempre quiere estar a su alrededor —dijo Emma siguiendo el hilo de mi mirada hacia Draco—. Pero él no parece interesarle.

Para mí, Draco parecía muy atento con esa tal Helena, aunque él no le veía el cuerpo ni el escote a pesar de que ella se inclinaba de forma incitadora. Tragué pesadamente saliva y quité la mirada de ellos.

—No me importa si está con ella —respondí—, además no es mi problema.

Emma ahogó una carcajada y tuve que ver su expresión irónica donde se leía claramente: no-te-creo.

—Bueno, tus puños dicen otra cosa —respondió Emma.

Bajé la mirada hacia mis manos, y me di cuenta que las tenía fuertemente empuñadas como si me preparara para golpear a alguien, las solté y negué con la cabeza.

—Es que no logro entender cómo es que es tan simpático con todos y no conmigo —solté—, realmente no lo comprendo, ¿acaso es bipolar o algo así?

Emma alzó una ceja pareciendo analizar lo que le decía.

—Realmente no sé por qué es así contigo —dijo—, tal vez le gustas.

Me reí porque debía de ser un chiste, dudaba que yo le gustara, aunque me había besado y me cargó hasta la cama, pero eso no significaba nada... ¿o sí?

—Entonces es una muy rara forma de demostrarlo —me crucé de brazos.

—No lo sé —dijo Emma mirando a Draco—, no seas dura con él, tiene muchos problemas en Alemania, por eso fue que se vino a pasar las vacaciones aquí.

¿Draco tenía problemas en su casa? Bueno, eso no me lo esperaba, aunque ahora que lo pensaba, no sabía mucho de su vida, él no me había contado nada.

—¿Qué clase de problemas? —indagué con curiosidad.

Emma se encogió de hombros pareciendo perder el interés en el tema de su primo.

—No lo sé —murmuró comenzando a usar su teléfono—, mi madre no quiso decirme y Draco nunca habla mucho de su vida personal, es como una caja fuerte cerrada bajo llave.... oye mira esta foto, salimos divinas.

Miré la foto y forcé una sonrisa, pero mi mente solo estaba enfocada en el misterioso Alemán que me intrigaba cada vez más, ¿qué problemas podía tener allá en su país? ¿Tendría que ver con su familia? ¿Acaso tendría un hijo? ¿Drogas? Tal vez por eso no se alteró cuando supo que tuve una sobredosis...

En ese momento no sabía que Draco tenía muchos más secretos de los que me imaginaba y que era un perfecto mentiroso. 

.
.
.
.
.
★*★
Raios! ¿por qué Eclipse dirá eso? ¿que se guarda Draco entre manos? Descubranlo mañana en el siguiente capítulo donde sigue la fiesta *inserte cara perver* ahahahaj😂😂😂😏

Instagram: Ysarisareinamoo