Deseo... que seas mío. (Libro 1 Y 2) [Completo]

XV. Fantasmas Del Pasado

Actualización 3/3

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Me quedé por un momento estupefaciente, observé como su ceño se frunció un poco y su boca se abrió levemente en sorpresa, di un paso atrás cuando Draco dio uno hacia adelante e intentó tocarme como si quisiera confirmar que era real.

No podía reaccionar, mi corazón latía tan fuerte que casi lo escuchaba en mis oídos. Lo recuerdos vinieron a mi mente como un remolino, como la primera vez que me monté en el carro con él...

«—Eres demasiado buena para mi alma oscura.

—¿Por qué dices que tienes un alma oscura?»  

En ese momento no comprendía por qué decía eso de él mismo, no entendía realmente que su alma era oscura porque era el mismo diablo; sin sentimientos, un perfecto engañador y sin embargo me entregué a él sin ninguna restricción disfrutando de lo que hacía con mi cuerpo.

«—Jamás me olvidaré de ti —Draco caminó hacia mí, se inclinó y sus labios tocaron los míos posiblemente por última vez.

Entre abrí los ojos cuando se separó y dirigió al balcón, lo observé bajar por la escalera y solo entonces susurré:

—Yo tampoco.»

El recuerdo me nubló la visión por un momento, recordando cómo lo seguí hasta Alemania y conocí a su prometida, esos días posteriores fueron una tortura, evitaba pensar en eso ocupando mi tiempo, pero siempre recordaba lo que ocurrió y se sentía como una perforación en mi pecho. Mi corazón tenía mente propia, muchas veces me desperté llorando, muchas veces me pregunté si el problema fui yo y luego me convencí que no fue mi culpa enamorarme del diablo, fue la de él por tomar ese roll.

—Eclipse —su voz profunda, su acento, todo sonaba tan familiar y a la vez tan lejano—, que gusto verte.

¿En serio era un gusto para él verme?

¿Qué se suponía que debía responder? No me alegraba verlo, ¿o sí? Las emociones estaban revueltas, no podía pensar con claridad, odio... amor... traición...

«—¡Sé un hombre y dime la verdad por primera vez, Draco! —grité sintiendo los trozos de mi corazón pulverizarse.

—Basta Eclipse —susurró—, lo que pasó en Emporia fue solo un respiro, se suponía que no volveríamos a vernos.»

Odio...

Solo un respiro...

Entonces lo hice.

Me voltee fingiendo no conocerlo y comencé a caminar lejos de él arrastrando mi maleta e intentando alzar la barbilla en actitud indiferente y superior. Escuché sus pasos y una gruesa mano se aferró a mi muñeca, me estremecí, sus manos estaban heladas, me detuve y me voltee nuevamente solo para confirmar que de verdad fuera él... y sí, era Draco Wess, ahora tenía una delgada barba cubriendo la silueta de su barbilla dándole un aspecto más mayor, parecía un poco más robusto, pero eso extrañamente lo volvía más atractivo, lucía más adulto.

Él dudó por un segundo, podía notar como lucía nervioso o incómodo, no estaba segura.

—Tú me tocaste el hombro —murmuró— ¿Me llamas y luego te vas así sin decir nada?

Sí, yo lo había tocado, pero porque creí que era Ken, jamás se me pasó por la mente que fuera Draco.

—Creo que ya lo dijimos todo —mi voz sonó un poco más firme de lo que en realidad me sentía por dentro—, ya no hay más palabras qué decir.