#Yomequedoencasa
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★†★Cerré los ojos intentando con todas mis fuerzas desaparecer de la nada, pero evidentemente no ocurrió, seguía aquí, esto no podía ser más humillante, solté un suspiro y me agaché para poder recoger todo rápidamente del suelo.
-Señorita Solar -dijo el señor Julio César-, ¿se encuentra bien?
¡¿Qué tú crees?!
Comencé a murmurar una excusa cuando de repente el sonido de unas pesadas botas se acercó a mi lugar, mis ojos recorrieron el pantalón oscuro, la franela y finalmente sus ojos verdes fijando su mirada en la mía con una ligera sonrisa que parecía maliciosa.
Mierda, Evans estaba frente a mí.
Tragué en seco y juro que la sangre se drenó de todo mi cuerpo dejándome completamente pasmada cuando se agachó y tomó mis libros del suelo.
-Ella está bien -dijo Evans al profesor-, me observaba con la baba corriendo por su cara y cuando la atrapé, entró en pánico... casi se desmayó.
Me entregó los cuadernos mientras me guiñaba un ojo engreídamente, se levantó al momento que el timbre sonó y salió del salón sin decir nada más, dejándome completamente estupefaciente.
Mi pecho se estrujó, algo se desinfló dentro de mí.
Creo que hubiera sido mejor que me gritara o me acusara de ser un asco de niña como él me había dicho antes. Apreté la quijada terminando de recoger mis colores y levantándome para terminar de acomodar mis cosas en el bolso, escuché varias carcajadas alrededor y sentí mis mejillas cosquillear, debía estar tan roja como un tomate.
Me sentía humillada, él me había humillado como yo lo había hecho y lo peor era que solo yo tenía la culpa. Lo idealicé como alguien hermoso e irresistible, como probablemente él estaba acostumbrado a ser, él no merecía mi atención, solo era un engreído más.
Estúpida, estúpida, estúpida...
Aunque de cierta forma si esa era su venganza, creo que me lo merecía y ahora estábamos en paz... solo intentaría evitarlo.
Me fui a la casa de Emma después de la escuela porque necesitaba contarle todo, vimos una película y después que pasaron las siete decidí ir a mi casa, quedaba a una cuadra, no era muy lejos. Cuando caminaba por la acera visualicé que había un carro estacionado frente a mi casa, era una lujosa camioneta negra, nosotros no teníamos auto ni la posibilidad de comprar uno, ¿de quién era?
Entré a mi casa, siempre me deprimía volver, nunca había nadie, mi madre trabajaba muchas horas en un automercado, mi hermano trabajaba como administrador en un bar nocturno y por ende casi nunca estaba en casa en la noche que era cuando yo volvía, antes vivíamos bien, mi padre era doctor, mi madre ama de casa, pero después de que papá se divorciara de mamá, todo cambió, solo nos daba la pensión, lo que obligó a mi mamá a buscar cualquier trabajo y mi hermano apenas aportaba algunas cosas para la casa, yo solo quería tener la edad suficiente para irme de este lugar.
Fui directo a mi habitación y me encerré ahí para poder usar la computadora colocando música relajante, este día había sido el más raro de mi vida. Yo administraba unas páginas de fans en Facebook, elementalmente mi trabajo era mantener la página activa y aumentar el número de seguidores, no me pagaban ni nada parecido, pero me gustaba creer que no estaba sola, de algún modo estar conectada con esas personas me hacía sentir importante, así fuera anónimamente, siempre desee un teléfono, pero nunca había dinero.
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Deseo... que seas mío. (Libro 1 Y 2) [Completo]
Fiksi Remaja(Libro 1 y 2 completos) El problema era Evans Damon, él iba en el último año del instituto, era jugador de futbol, y mi crush imposible, él no sabía de mi existencia hasta que le eché la comida encima frente a todos en el comedor. Pensé que me odiar...