Capítulo 31

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-Creo que ahora entiendo por qué me preguntabas si era bipolar o algo así, ¿acaso tú sí lo eres? -dijo con algo de sarcasmo, se había bajado del auto y me tomó de los brazos para ayudar a levantarme.

Joder, odiaba ser tan torpe, mi codo dolía, al parecer me había raspado y me salía un pequeño hilo de sangre.

-Arreglemos esto -dijo Draco abriendo la puerta de copiloto del carro-, súbete y hablemos.

Dudé por un momento, pero ahora mi codo estaba herido y mi dignidad por el suelo, así que decidí arreglarlo como la adulta que intentaba ser, me monté en el carro y me coloqué el cinturón. Draco cerró la puerta y dio la vuelta para montarse al volante, apenas se acomodó no pude parar mi lengua y dije:

-Le dijiste a Emma de mi ex.

Él tardó varios segundos sin responder, posiblemente buscando alguna excusa que evitara la pelea que quería formarle, cuando lo miré, él mordía el interior de su mejilla con la mirada fija al frente, sus manos aferrados con fuerza al volante.

-¿Era un secreto? -preguntó dudoso- ¿te avergüenzas de ti?

No podía creer que intentara manipularme para intentar poner la situación a su favor, maldición, yo era la maestra de la manipulación, me ofendía que pensara en hacerlo. Respiré profundo pensando en miles de respuestas con las cuales podía ofenderlo, cuando mi teléfono comenzó a sonar con la melodía de Rawayana, lo tenía como tono de llamada, lo saqué rápidamente y observé que en la pantalla se reflejaba el nombre de Evans.

Enseguida la idea se encendió en mi mente, esta era la mejor respuesta que podía darle a Draco, era incluso mejor que una cachetada.

Gracias Evans.

-Hola que gusto saber de ti, Evans -respondí mirando de reojo a Draco, sabía que él había visto el nombre en la pantalla pero quería enfatizarlo para molestarlo.

-Eclipse. -escuché, su voz sonaba muy aguda, aclaró su garganta y continuó diciendo: - Uhm... ¿cómo estás?

-Perfecta -sonreí-, nunca he estado mejor.

-Qué bueno. -dijo, permaneció en silencio por unos segundos y continuó: - Oye... uhm, ésta noche habrá una fiesta, ¿quieres ir?

-¿Una fiesta esta noche? -repetí con una sonrisa más grande de la usual cuando Draco me observó, sus manos aferraban con fuerza el volante- Claro que quiero ir contigo.

-Genial -pareció complacido-, entonces te pasaré a buscar como a las diez.

-Suena perfecto, adiós -colgué dejando permanecer una sonrisa en mi rostro porque sabía que eso le haría hervir la sangre, ellos se odiaban.

Sentí como frenó en seco el auto de tal manera que los frenos chillaron un poco y tuve que sostenerme de la guantera por impulso para no irme para adelante, él tenía el ceño fruncido y volteó a mirarme.

-Llama a ese imbécil y dile que no vas -dijo con voz dura, alcé una ceja observando su expresión enojada, el auto de atrás comenzó a pitar, estábamos en una calle estrecha de un solo sentido y se había decidido parar en todo el medio para trancar el tráfico.

-No -refuté-, ¿por qué?

Pareció buscar algún argumento y al no pensar ninguno negó con la cabeza.

-Tú... tú no puedes ir con él -expuso, soltó un suspiro y pareció pensar por un momento un plan rápido antes de quitarse el cinturón de seguridad pareciendo determinado-, si no lo llamas para cancelarle, dejaré el carro aquí.

Deseo... que seas mío. (Libro 1 Y 2) [Completo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora