—¿En serio tendré que viajar contigo? —Refuté—, por favor, esto es el colmo.Bueno, él se había quedado a cuidarme... supongo que no tenía que ser tan cruel con él.
Russ se encogió de hombros, sus mejillas se sonrojaron nuevamente, podía notar lo avergonzado que estaba por todo lo que pasó.
—Esperaría al menos un: “gracias” por haber estado al pendiente de ti y por atenderte —dijo con sarcasmo—. Por cierto, ¿de qué es esa marca que tienes en el abdomen?
Fruncí el ceño, ¿Cómo sabía de la marca? ¿él era el que me había puesto el vestido que tenía puesto? Russ pareció escuchar mis pensamientos y dijo:
—La doctora que te atendió me pidió ayuda para cambiarte, la ayudé —explicó—, de otra forma no podía enyesarte la pierna, y de igual manera solo vi tu ropa interior negra, me gusta que combines.
A la mierda, él me valía mierda.
—Te daría las gracias si por tu culpa no me hubiera caído en primer lugar —giré los ojos ignorando su pregunta de mi marca en el abdomen—, y gracias señor paramédico, cuando tenga mi título en medicina en los tres años que me faltan, entonces valoraré mucho más su trabajo de acompañar a las personas y esas cosas... de acoso.
Sabía que estaba siendo odiosa y engreída, pero realmente me cayó muy mal, ni siquiera lo quería tener cerca de mí. Russ no pareció ofenderse por mis palabras, sino que pareció más bien curioso cuando dijo:
—Vaya, estudiante de medicina ¿uh?, esa es una muy buena carrera.
—Obvio. —dije y agregué con completa odiosidad:— Es mejor que ser paramédico.
—Se puede hacer ambas —dijo—. Ambos cuidan la salud...
—¿Estudias medicina? —pregunté con engreimiento.
Russ pareció pensar por un momento su respuesta y dijo:
—No.
—Eso creí, como sea, no salgo con paramédicos, así que no me hables ¿okey? Tengo sueño.
Me voltee con un poco de dificultad debido a mi pierna y lo escuché susurrar:
—Engreída petulante.
Casi me reí, pero preferí no refutarle nada, no era una engreída petulante, de hecho, iba a hacer un curso de paramédico para poder anexarlo a mi síntesis curricular, pero prefería que él se alejara de mí, no quería una relación desde lo que pasó con Draco, me había costado mucho superar su engaño y su completo descaro donde jugó conmigo, no confiaba en nadie, y me odiaba por eso, aún más después de lo que ocurrió el año pasado... a nadie le daba una oportunidad.
Era una marca de mi pasado que había cambiado mi futuro.
—Esas chicas que viste segundos antes de caerte —escuché—, ¿Quiénes eran?
Tardé un momento en notar que hablaba conmigo, lo miré sin poder creer que se atreviera a hablarme después de cómo lo traté.
Valórate amigo.
—Eso no te importa —dije, pero mi tono molesto menguó un poco—. Y no eran nadie.
El guardó silencio un momento antes de decir:
—Puedo notar cuando hay odio en una mirada, —murmuró y me atreví a mirarlo—, también cuando hay recuerdo y amor disfrazado de odio.
—¿Qué insinúas?
Ahora que le había hecho frente, noté que de hecho, Russ era atrayente, sus ojos era ligeramente más claros de lo que recordaba, los ángulos de su rostro eran perfilados haciendo un buen contraste con su piel pálida levemente rosada como si casi pudiera ver su sangre.
Bien, lo admitía, él tenía algo... era atractivo.
—Yo nada, pero por tu actitud defensiva, supongo que estoy en lo cierto. Recuerdos y amor disfrazado de odio.
Lo pensé por un momento, pero luego me di cuenta de lo mucho que me urgía hablar de eso, y contárselo a un perfecto desconocido no sonaba para nada disparatado, así que comencé a desahogarme, contarle el momento del internado de monjas donde la conocí, la droga, el amor entre nosotras y luego su engaño... todo fue muy fácil de contar porque realmente no me dolía, solo eran recuerdos del pasado. Me cubrí con la sabana del avión y la compartí con él a medida que hablaba, hacía mucho frío probablemente por el ambiente lluvioso de afuera.
Russ no dijo nada, solo me escuchó y hacía preguntas interesantes como todo buen oidor.
—Entonces... —murmuró— realmente fue un shock verla, porque a pesar de que cerraste la herida, reencontrarte con ese pasado turbulento es terrible...
Así lo sentía, fueron errores que me ayudaron a crecer, lo de Debra, lo de Draco y lo que ocurrió con... Arturo el segundo año de la universidad... pero no me agradaba recordarlo, no quería hacerlo... este era un año nuevo; quería experiencias nuevas, odiaba pensar en que yo realmente pude hacer algo así.
—Sí —susurré—, más cuando lo único que hago es cometer errores y horrores en cosas del amor...
Russ no dijo nada, y yo no me atreví a seguir hablando, ese raro momento solo nos observamos, su rostro sonrojado naturalmente pareció oscurecer un poco más sus mejillas, sus ojos verdes brillaban, casi parecían llamarme, relamió un poco sus labios y sentí mi vientre contraerse...
No Eclipse, contrólate...
El deseo me hizo cortar la respiración, mi corazón latía cada vez más rápido, y entonces me rendí cuando me incliné hacia adelante sin pensar, Russ no se movió, tampoco fue como si le hubiera dado tiempo de moverse, fui muy rápida, cuando nuestros labios se tocaron sentí estremecerme por completo, sus labios eran realmente suaves.
Mierda... ¿en serio acabo de besar al tipo que me caía mal hace unas horas atrás?
Debía de sufrir algo parecido al síndrome de Estocolmo, de seguro.
Me alejé igual de rápido sintiéndome extraña por mi atracción y entonces él hizo lo que menos me esperé, me dio una bofetada.
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★*★
Doble capítulo♥ pero no olvides votar por este o te dará diarrea :v
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Deseo... que seas mío. (Libro 1 Y 2) [Completo]
Novela Juvenil(Libro 1 y 2 completos) El problema era Evans Damon, él iba en el último año del instituto, era jugador de futbol, y mi crush imposible, él no sabía de mi existencia hasta que le eché la comida encima frente a todos en el comedor. Pensé que me odiar...