En la mañana me levanté muy temprano a bañarme, pero lo poco que había dormido había sido excelente solo pensando varias veces lo que había pasado horas atrás. Cuando volví a la habitación de Emma, ella estaba sentada en la cama, su cabello completamente revuelto, sus ojos entre abiertos apenas adaptándose a la luz de la mañana que entraba por la ventana.
—¿A dónde fuiste anoche? —murmuró con voz ronca restregando sus manos por sus ojos.
Comencé a doblar la pijama que ella me había prestado con bastante esmero tratando de aparentar estar tranquila, evitando mirarla a la cara.
—¿A qué te refieres? —Murmuré—, estaba durmiendo a tu lado...
Ella soltó una carcajada quitándome el pijama de la mano y lanzándolo a un costado de la cama, la miré y ella me miraba fijamente con una sonrisa que decía claramente: a-mi-no-me-engañas.
—No intentes mentirme, zorrita —dijo—, estabas con Draco ¿cierto?
¿Cómo lo supo?
Recordaba vagamente que Emma siempre se despertaba en la madrugada al baño, de seguro seguía con la misma manía y se levantó en la mañana y no me vio ahí, rayos.
—Bueno, sí —admití sentándome en la cama a su lado—, follamos.
La escuché ahogar una exclamación y saltó en la cama como una niña pequeña, yo me reí de su reacción, pero de repente se detuvo y me miró fijamente pareciendo preocupada.
—Usaron condón... ¿cierto?
—Acabó afuera —dije, ante su gesto molesto agregué: —Sé que no es el mejor método pero está por llegarme el periodo, no hay peligro de algún bebé.
Recordaba que varias veces en la clase de salud nos decían que ese no era un buen método anticonceptivo e igual podía salir embarazada con el líquido pre-seminal, sin embargo estaba por llegarme el periodo y no estaba en mis días fértiles, era poco probable... eso esperaba.
—Ya... —giró los ojos y agregó con gesto juguetón: — Aunque un bebé alemán no estaría mal ¿eh?
—Pero no ahora —giré los ojos—, apenas puedo cuidar de mí misma.
Sin contar que si ya era la oveja negra de la familia ahora sería una oveja completamente negra-carbón-quemado.
—¿Y... qué tal? —continuó Emma dándome un ligero golpe travieso en el hombro.
—Fue excelente —sonreí involuntariamente sintiendo mi mejillas ruborizarse—, nunca había sentido tanto deseo por alguien...
Mi voz se perdió cuando mis pensamientos fueron a lo que pasó ayer, sus manos sobre mi cuerpo, la manera en la que me besaba, maldición, ya comenzaba a hiperventilar.
—¿Ves? —Emma me colocó una mano en el hombro— Tal vez así sepas que en realidad lo tuyo son los hombres.
Sonreí pero después entendí lo que me dijo y mi ceño se frunció débilmente.
Un momento.
¿Qué?
Ella no podía saber que me gustó una chica, nunca le conté, mi familia probablemente tampoco, a ellos les avergonzaba eso y preferían que nadie se enterara, eso quería decir... oh mierda, había sido Draco.
Concluirlo me dio una rara sensación en el estómago.
—No es que quise decir que seas lesbiana o algo parecido —dijo pareciendo saber que había metido la pata—, a veces tenemos dudas y eso está bien es solo...
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Deseo... que seas mío. (Libro 1 Y 2) [Completo]
Ficção Adolescente(Libro 1 y 2 completos) El problema era Evans Damon, él iba en el último año del instituto, era jugador de futbol, y mi crush imposible, él no sabía de mi existencia hasta que le eché la comida encima frente a todos en el comedor. Pensé que me odiar...