Capítulo 17

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La siguió, no iba a quedarse de brazos cruzados mientras ella se iba al hotel y la dejaba allí parada como una imbécil, le tomó el brazo y la hizo girar con brusquedad.

Juls: -Vuelve a tratarme mal y verás que va a ocurrirte-. Por dentro, ella tembló pero no iba a hacerle saber que le tenía miedo.

Val: -¿Ah, si? Dime, ¿Qué me harás?-. Juliana se mantuvo un momento en silencio mientras pensaba que decirle. Ella habló:

Val: -¿Vas a pegarme Valdés? Adelante, hazlo.

Juls: -Cállate-la soltó-. Vamos al hotel, ¿quieres?

Val: -No-. Juliana la miró con cara de pocos amigos y luego se acercó un poco a ella.

Juls: -Vas a hacer lo que yo diga, ¿entendido?.

¿Acaso Juliana no se daba cuenta que cuando era así de imperativa, Valentina solo quería morderla y tenerla dentro de ella?. Tragó saliva nerviosamente y luego volteó el rostro.

Val: -No, no haré nada que tú me digas.

Créanme, la rabia de Juliana iba en aumento y cuando digo que estaba furiosa, no estoy bromeando con ustedes.

Juls: -Vas a hacerlo y fin de esta estúpida discusión-. La tomó de la muñeca y caminó mientras la hacía caminar detrás de ella. Maldita enojona.

Cuando llegaron al hotel, Juliana llamó al ascensor y segundos después iban calladas mientras el cubículo metálico ascendía hasta el piso donde ellas se encontraban. Salieron de allí y Juliana la llevó a rastras hasta su habitación, pues ella no quería que Mady las molestara. Cerró la puerta tras ella y volteó a ver Valentina, ella tembló y apretó sus manos contra su bolso.

Val: -Debo viajar a Mexico-le informó. Juliana rió con ironía y extendió su mano.

Juls: -Dame tu móvil-. Ella frunció el ceño y luego negó con la cabeza.

Juls: -Que me lo des, he dicho.

Val: -¿Para que?-le preguntó con tímidamente.

Juls: -Dámelo.

Ella no volvió a negar por miedo a que Juliana se volviera loca y quisiera pegarle realmente. Sacó el móvil de su bolso y lo dejó sobre la mano de ella. Juliana lo desbloqueó y luego comenzó a teclear.

La curiosidad que ella sentía no se comparaba con nada, estaba realmente muerta de ganas de preguntar pero no lo haría, sabía que Juliana iba a observarla con enojo y luego la trataría de mal modo.

Por un momento se preguntó por qué coño se acostaba con ella y por qué había accedido a irse de viaje a Francia. Juliana era una maldita mujer perversa que trataba mal a todos pero, no iba a mentir, era más que buena en la cama.

Juls: -Vas a llamar a Mateo, le dirás que estás bien que no hace falta que vuelva y luego vamos a dormir juntas-. Valentina asintió, sin hacer ninguna pregunta.

Juls: -De todos modos el último mensaje fue enviado hace una hora, así que no creo que ya haya tomado un vuelo hacía México y sí así fuera, vas a decirle que te estás quedando en casa de tu madre.

Valentina volvió a asentir y luego tomó el móvil que Juliana le extendía, dio media vuelta y llamó a Mateo.

"Por el otro lado"

Ese ascensor bajaba más lento que el caminar de una tortuga, estaba condenadamente apresurado, su esposa quizá no estaba a salvo. Salió corriendo del ascensor y tiró la tarjeta sobre el mostrador, el hombre de recepción lo miró con enojo y Mateo tomó un par de dólares, se los entregó y le sonrió.

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