La habitación era sumamente espaciosa. Había un pequeño living antes de la puerta que conducía a la cama matrimonial, había un mini bar repleto de distintos vinos, champagne y otras bebidas alcohólicas finas. Un sillón en el medio y dos pequeños sofás a sus costados, toda la habitación estaba decorada en blanco y negro y de vez en cuando unos tonos grisáceos por aquí y por allá.
Mady: -Es asombrosa-casi gritó.
Val: -Si, está genial.
El ánimo de Valentina se arrastraba hasta siete metros más atrás de ella. Odiaba haber sido tan estúpida de tratar a Juliana así, cuando ella la había llevado con ella porque quería que estuvieran juntas. Ella la había acusado de que a Juliana no le importaba acostarse con ella y luego irse por el trabajo y Juliana no lo permitió, la invitó a Francia con ella.
La muy desagradecida, la había dejado sola en la otra habitación, le había dicho que se comportaba como una niña, cuando la única niña era ella y la había tratado más mal que a nadie. Obviamente Juliana estaría enojada por dos semanas si ella no conseguía hacer algo para que la perdonara.
Sacó todo lo de su maleta y comenzó a guardarlo en los armarios. Camisas por aquí, camisas por allá, trajes por aquí, trajes por allá. Todo una mujer de negocios, no tendría que haberse llevado a esas dos cargas a Francia. Lo único que hacía Valentina era complicar las cosas. ¿No podía quitarle la tensión por las noches y listo? No. Valentina tenía que creerse que ella la quería para siempre, sabiendo que estaba casada con su propio hermano y ella era semejante estúpida. Se la llevaba e intentaba convencerla.
Juls: -Y luego dice que la niña soy yo-se quejó mientras revolvía en su maleta.
Sacó un cigarrillo de allí y de inmediato lo encendió. Necesitaba quitarse la ansiedad, sacarse un peso de encima. Ella estaba en la habitación de enfrente y seguro que se estaba divirtiendo sin importar lo que Juliana sintiera en ese momento.
Terminó de guardar su ropa y pidió su cena, cuando llegó la comida, cenó sola y luego, a la cama y prendió el televisor. Se estaba divirtiendo demasiado, se dijo mientras prendía el sarcasmo y lo subía de tono.
Mady rió a todo volumen mientras Valentina se acababa otra copa de champagne.
Val: -Ya nunca más va a querer acostarse conmigo Mady y que no te sorprenda que mañana nos mande a Mexico de vuelta.
Mady: -Estás borracha-dijo riendo-. Vamos a dormir Valentina.
Val: -No, no me voy a dormir nada-se frotó los ojos-, o quizá, si-. Mady volvió a hacer que su risa retumbara en toda la habitación.
Mady: -Si, vamos a dormir Valentina.
Val: -No, quiero ir a la habitación de Juls y pedirle disculpas-se puso de pie-. Quizá me saque a patadas o quizá me deje entrar y me haga suya, ¿no que si?
Mady: -Ya, a dormir Valentina.. Deja que Juliana duerma y mañana podrás hablar con ella.
Val: -No, yo quiero ir ¿por qué no me dejas?
Mady: -Porque no-la tomó del codo-. A la cama Valentina.
Val: -Eres una amiga muy, muy molesta-se quejó.
Mady no respondió siguió llevándola hacía la cama que tendrían que compartir ellas dos. La tiró sobre la cama y le quitó los zapatos mientras que Valentina reía como una loca desquiciada. Al fin, la chica cerró los ojos y respiró tranquilamente, Mady pensó que se había dormido, así que apagó la luz y se metió del otro lado de la cama.
Valentina estaba totalmente afectada por el alcohol, pero eso no quitaba que fuera buena para escabullirse de noche. Quitó la manta de encima suyo y salió sin hacer ruido de al lado de Mady, cerró la puerta de la habitación que compartían y tomó la botella de champagne para darle un último sorbo. Rió entre dientes y salió de su habitación.
ESTÁS LEYENDO
Eres Mi Amor Prohibido
FanfictionValentina Carvajal, la joven de veinticuatro años, la chica que creía haberse enamorado del Valdés correcto. Tal vez solo podía pensarlo teniendo a Juliana alejada de ella, sin saber de su existencia. ¿Pero que pasaba si Juliana entraba en su vida d...