Capítulo 39

3.6K 319 11
                                    

Valentina arropa a Sophie en su pequeña cuna y apaga la luz principal de la habitación para luego encender la pequeña luz de la lámpara.

Observa una vez más a su niña y sale de la habitación sin cerrar la puerta. Cuando llega a la habitación de ellas, se para en el umbral de la puerta y observa a Juliana desarmando el control remoto.

Juls: -Esto está roto.

Val: -Puede que no tenga pilas mi amor–le dice tiernamente.

Juliana alza la mirada y la encuentra observándola apoyada en el marco de la puerta. Se resigna y deja el desarmado mando a distancia en la mesa de noche. Mantiene la mirada fija en ella y luego le sonríe.

Juls: -Ven aquí.

No lo piensa dos veces y avanza hasta la cama. Las luces está apagadas a excepción de la poco iluminativa luz de la lámpara de Valentina. Ella se sienta en el borde de la cama y se quita las pantuflas, se mete en la cama y pronto Juliana la rodea con sus brazos, le besa la frente.

Juls: -¿Sabes? Estaba pensando en irnos de esta casa.

Val: -¿Qué? No, a mi me gusta.

Juls: -A mí no me gusta dormir en la misma cama donde has dormido con Mateo, ni compartir la casa que compraron entre los dos. Quiero que vivamos en una casa que sea nuestra, sólo nuestra, nunca antes de mi hermano.

Val: -Pero eso cuesta dinero Juls.

Juls: -Yo sé mi amor.

Val: -¿Entonces?.

Juls: -Estuve haciendo cálculos y creo que podemos permitírnoslo.

Val: -¿Tú crees?.

Juls: -Yo creo.

Ella alza la mirada y se encuentra con los ojos café de su amante, Juliana le sonríe y ella le devuelve la leve sonrisa.

Val: -¿Te hace feliz?.

Juls: -Mucho, ¿a ti?

Val: -Si a ti te hace feliz mi amor, a mí también.

Juls: -¿Entonces pasaremos la semana viendo casas?. Ella asiente.

Pasan algunos dias y Valentina tomó la decision de ir a la casa de su mamá, Juliana le había sugerido que fueran pero le afirmó que no la iba a presionar con eso, que el día que ella decidiera ir con gusto Juliana iría.

Lucia: -¿Tú …tú …hija?.

Val: -Mi hija y de Juliana.

Lucia: -Oh, Dios mío.

La madre de Valentina retrocede dos pasos y se deja caer en el sofá, una mano en su pecho y la otra rodea su garganta.

Lucia: -¿Tu padre lo sabe?.

Val: -No –niega con la cabeza-. Mamá, Mateo y yo estamos tramitando el divorcio y..

Lucia: -Te acostaste con la hermana de tú esposo mientras estaban casados. ¡Hija que horror! ¿Se puede saber en qué estabas pensando Valentina?.

Juls: -Señora, no..

Lucia: -No, tú te callas.

Juliana enmudeció. Sophie se removió incomoda en su carrito y a continuación comenzó proferir pequeños quejidos, su hora de comer se estaba pasando pero Valentina estaba en cualquier otro mundo menos en ese, no estaba pensando en que su hija debía comer, sólo intentaba encontrar la forma de que su madre aceptara aquello. Juliana se puso de pie y tomó a Sophie en brazos.

Eres Mi Amor Prohibido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora