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Sentían a la suerte de su lado, aun les costaba asimilar que habían pasado la entrevista para una de las asociaciones más reconocidas en el ámbito científico y tecnológico, Kryos era considerada una de las mejores empresas para forjarse profesiona...

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Sentían a la suerte de su lado, aun les costaba asimilar que habían pasado la entrevista para una de las asociaciones más reconocidas en el ámbito científico y tecnológico, Kryos era considerada una de las mejores empresas para forjarse profesionalmente. No todos tenían la oportunidad de acercarse a la asociación, se rumoreaba que solo los más calificados podían llegar a tener contacto con el lugar, que eran reclutados casi personalmente por algún empleado de la empresa, sin embargo, ahí estaban ellos, recibiendo una tarjeta de identificación para ser parte de un proyecto dentro de esa maravillosa empresa.

—    Sean bienvenidos a Kryos. — Samuel habló luego de haber entregado la última tarjeta de identificación. Se puso al centro de las ocho personas en la sala. — Ustedes están acá por haberse mostrado competentes para ser parte de este grupo multidisciplinario.

Una de aquellas ocho personas pretendió mirar a su alrededor sin mucho éxito. Estaba buscando a alguien, mordió su labio al no tener resultados debía mostrarse atenta a la persona que hablaba frente a ellos.

—    Como ya se les explicó al reclutarlos, este grupo es especial y ustedes son agentes importantes para llegar a la meta. Por lo que les pido, compromiso pleno. — Samuel vio a varios de los presentes sonreír con determinación. — Bien, los llevaré a su lugar de trabajo, ahí la persona a cargo de este proyecto les explicará de manera completa el objetivo.

Samuel guió al grupo por los pasillos, se sentía gracioso pues era como estar dando un recorrido a turistas o como podían interpretarlo más fácilmente un recorrido a estudiantes pues se escuchaban murmullos y exclamaciones eufóricas, parecían bastante emocionados por lo que vendría. Era bueno tener personal juvenil y dedicado como aquellos estudiantes.

Trevor había pedido que fuesen estudiantes, en un inicio Víctor y él se mostraron en contra alegando que sería ideal contratar a las personas mejor calificadas profesionalmente, sin embargo, no tardaron en comprender el motivo del muchacho, el seguía siendo joven, muchos podrían tomarlo como una broma, necesitaba un grupo que fuese un equipo y eso implicaba no tener a profesionales con un ego tan grande como para seguir las indicaciones de un estudiante de preparatoria. Es decir, necesitaba gente que mostrara apoyo y estuvieran en un mismo canal.

Samuel detuvo su caminata, estaban frente a una puerta de cristal a la cual se le podía ver un escáner al costado, el lector de sus tarjetas de identificación. Lilian intentó mirar atrás, pero la voz de aquel adulto la obstaculizó.

—    Este es el ala oeste. — El doctor señaló el cartel encima de la puerta. — Dentro, trabajaran en el laboratorio A, ahí los verá... — Samuel revisó su reloj de muñeca. — Trevor no tardará en llegar. — Murmuró para sí mismo. — ¡Ah, sí! Recuerden que solo tienen acceso a esta ala, de lo contrario serán dados de baja del grupo si se les encuentra en otro lugar. — Los estudiantes parecieron asustados. — Quiero decir, pueden estar en las zonas comunes, pero queda estrictamente prohibido entrar al ala norte y al ala este. — Aunque era obvio que no podrían acceder por el tipo de seguridad que había en dichas zonas. — ¿Preguntas?

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