Arleth Bennett se consideraba un experimento jugando a ser normal. Sí, probablemente fuese así. Jugaba a ser alguien, a no ser una mentira, sin embargo, su juego terminó.
Luego de que su identidad fuera revelada a las nuevas personas que más quería...
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Le agradaba tanto ese momento, la chica se encontraba disfrutando de la oscuridad de la noche. Arleth gozaba del frío que reinaba, le parecía interesante disfrutar del fresco pues hasta ella creía que lo terminaría aborreciendo dada su situación. Una briza ligera llegó, alborotando su cabello. A pesar de escuchar la puerta abrirse, la jovencita no giró a encontrarse con la persona que profanaba su soledad. El sonido de la música se volvió más notable, la luz de la cocina iluminó parte del jardín; Jonathan se colocó a la derecha de Leth quien seguía de pie al centro sin moverse, el astrónomo dejó sobre los hombros de la muchacha una chaqueta provocando que esta volteará su rostro para mirarlo, llevándose la sorpresa de encontrar a su amigo con un cigarrillo entre los labios. El adulto intentó no comentar lo evidente, imitando a la niña al mirar al cielo oscuro el cual no dejaba contemplar correctamente todo el esplendor de las estrellas.
— ¿Fumas? —Mustió Arleth luego de unos segundos observando a su viejo amor. Le parecía intrigante, aún le costaba asimilar que Jonathan estuviera fumando delante de ella.
— No realmente —Respondió exhalando el humo del tabaco— Rara vez lo hago.
— ¿Por qué? —El astrónomo dio una calada más dio al tabaco, Leth seguía impresionada, siendo un nuevo recordatorio de tener una brecha de edad.
— Combina bien con el frío y el alcohol —La explicación fue suficiente para la señorita, aunque no lo hubiese entendido del todo— Maddie... ¿Por qué terminaste con Elián? —Esa pregunta consternó a Arleth, ella asumía que el astrónomo estaría al tanto del contexto, es decir, de alguna manera la muchacha había expuesto su situación amorosa a los adultos.
— Ah, bueno —Arleth se acomodó la chaqueta, poniéndose la prenda de manera correcta, descubriendo que esta pertenencia a Adam— Porque la noticia de ser tu exnovia no le sentó del todo bien —La niña bajó la mirada, esperaba que sus palabras no tuvieran un impacto negativo— El día que le conté la verdad, me vi obligada por un rumor en la escuela, decían que tenía una aventura con un adulto y ese eras tú.
— ¿Y luego? —Murmuró el adulto, causando que Arleth lo mirara de reojo. Jonathan sabía un poco de la situación gracias a Adam, pues su amigo advirtió sobre el rumor intentando evitar que un escandalo llegara a la facultad para perjudicarlo. Sin embargo, tuvo la suerte de que eso no sucediera.
— No quería que él sufriera al dudar sobre lo que sentía por él —Confesó— No lo sé, quizá Elián siempre viviría cuestionando mis sentimientos —Aunque no fuese tan explicita en su respuesta, la señorita sabía que el astrónomo la entendía totalmente.
— Entiendo —Exhaló el humo— Mi hijo me preguntó si aún te amaba —Al escucharlo, la señorita miró a Jonathan quien mantenía su mirada al frente— Cuando lo negué parecía incrédulo, luego me hizo otra pregunta: "¿Y si te propusiera entrar en una máquina?" —El astrónomo sonrió de lado, sutilmente.