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Podían escuchar pájaros cantando y sonidos de naturaleza que a cualquier persona agradaría en un sábado por la mañana, no obstante, el silencio que reinaba el lugar lejos de relajar consumía a cada uno de los presentes

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Podían escuchar pájaros cantando y sonidos de naturaleza que a cualquier persona agradaría en un sábado por la mañana, no obstante, el silencio que reinaba el lugar lejos de relajar consumía a cada uno de los presentes. El ambiente tan tenso en esa habitación estaba agobiando a más de uno, pero debían controlar sus expresiones y permanecer inquebrantables, de lo contrario seguramente no saldrían de aquella habitación.

Sentado en su solemne escritorio y con una tranquilidad que parecía falsa, Marsden dejó de leer lo que aparecía en la pantalla de la tableta electrónica de su secretario. El anciano miró a cada uno de los cuatro presentes en su despacho, sin contar a los dos tipos trajeados con cara de "no molestes" recargados en la puerta junto a su asistente.

— ¿Cómo fue posible que se publicara esta estupidez? —Amadeus se enfocó en Hideki Kimura, quien se encargaba de su imagen pública. El susodicho vaciló antes de responder, sin embargo, no fue tan notorio, cosa que lo alivió al lograr controlar su temple.

— Matsuoka desconoce cómo se publicó el artículo... Él asegura que no pasó por su filtro —La respuesta de Hideki fue plana, especialmente porque intentaba parecer inquebrantable.

— Comprendo, seguramente fue un descuido —Kimura aguantó la respiración, se suponía que tenía controlada a toda la prensa, ¿cómo sucedió esto? — Permíteme preguntarte algo... ¡¿Te parece esto un insignificante problema?! —Amadeus gritó exaltado, los socios de Amadeus pretendieron seguir tranquilos aunque imploraban porque todo terminara rápido— ¡¡Este artículo de mierda ha provocado que pierda todo en lo que he trabajado!! —Marsden vociferó aventando la tableta en dirección a Hideki, que si no fuese porque este último se apartó seguramente el aparato se hubiese estrellado en su rostro.

Amadeus se levantó, exhalando con fuerza para controlar su temperamento, perder los estribos no era bueno en ese momento. Se apoyó en su escritorio observando al resto de hombres, el único en movimiento era su secretario quien recogía la tableta del suelo.

— ¿Al menos ya se encargaron de la perra que publicó el artículo...?

— Matsuoka dijo que lo habría hecho, de no ser porque ya esta muerta —La carcajada que liberó Amadeus fue bastante genuina, sin embargo, su mirada provocó un escalofrío a Kimura.

— ¡¿Y por qué carajo está publicado con su nombre?! —Amadeus gritó golpeando su escritorio con frustración— ¡¿Acaso salió de su tumba y decidió liberar la noticia?!, ¡¿qué hacen que aún no quitan el maldito artículo de la red?!, ¿el responsable ya fue ejecutado? ...¡¡Con un demonio, espero respuestas favorables!!

— No, Matsuoka sigue investigando quién fue y continúan trabajando en el sitio, el propio artículo está protegido —La paciencia de Amadeus comenzaba a consumirse a velocidad, la situación le parecía tan hilarante como frustrante que lo sacaba de quicio; por un instante a su mente llegó el pedir que despacharan a su supuesto compañero. El anciano cruzó mirada con uno de sus guardias, quien pareció entenderle, sin embargo, Marsden negó para seguir concentrado en Kimura.

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