El aire fresco del invernadero era agradable, te daba la sensación de estar en alguna otra parte de mundo o posiblemente en otro mundo, repleto de plantas, aromas y agua, era un ecosistema precioso dentro de Kryos que te hacía olvidar que estabas dentro de una asociación donde la tecnología era lo predominante en ella, de acuerdo con Trevor, Estela cuidó con mucha devoción aquel maravilloso espacio, el italiano creía que todo el amor que la señora Bennett tenía por su hija la habían llevado a tener tan mágico lugar.
Si tenía que describir el invernadero, Cameron diría que era un cúpula de cristal con montones de plantas, árboles, había una fuente y tenían banquitas esparcidas en aquel espacio, no era un lugar solitario normalmente encontrarías a investigadores o doctores sentados o almorzando, seguramente era un espacio de relajación para recargar sus pilas y seguir con sus labores.
Distraído al cruzar por el mismo, en vez de rodearlo para llegar al pasillo que los alejaban de las habitaciones y salida del ala este, Cameron caminó con relativa paz, su mente vagaba, se preguntaba cuanto tiempo tenía que pasar para que Trevor regresará porque de verdad se estaba sofocando con esos dos responsables que tenía por amigos, no significaba que no le gustaba estudiar pero siendo sincero ¿Qué estudiante prefería estudiar en lugar de pasear por Kryos? Respuesta, Arleth y Kai. Al caminar, de reojo, miró a su derecha llevándose un buen susto al ver unos pies sobresalir de una de las jardineras, el moreno se acercó temeroso, a su cabeza llegaban más de una suposición, ¿Un extraterrestre? ¿Alguien se desmayó? ¡¿Y si le tocaba volverse investigador de CSI Miami?! Cameron tomó valor para asomarse, encontrándose con un cuerpo bocarriba tumbado entre las plantas.
— ¿Fede? — El susodicho estaba recostado con los ojos cerrados y solo mustió en respuesta. — ¿Qué haces?
— Fotosíntesis. — El moreno rio por la respuesta, no era algo extraño si venía de Federico.
— ¿Está permitido acostarse entre las plantas?
— No, por eso lo hago mientras Trevor y Estela no están. — El hacker se levantó sacudiendo su melena rebelde dejando caer unas cuantas hierbas de su pelo, se encontró con el rostro de Cameron quien sintió un cierto temor, a veces Fede tenía cara de loco, sobre todo cuando sonreía así de alegre. — Dime, ayudante del dios hacker, ¿Qué te trae por acá?
— En realidad iba a la cafetería, Kai y Leth están haciendo la tarea. — La mueca de Federico fue la misma a la que puso Cameron. Probablemente se entenderían mejor.
— Fede, ¿Me enseñas a codificar? — El nombrado arqueó una ceja, Cameron soltó sin meditarlo. Comenzaba a interesarse por lo que realizaba Federico dentro de Kryos y si se podía, quería hacerlo también.
— ¿Te interesa? — Fede estaba ciertamente sorprendido en ello.
— ¡Claro! Es como si hicieras magia. — El entusiasmo de Cameron hizo que Federico le creyera.
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La esencia de Aurora
RomanceArleth Bennett se consideraba un experimento jugando a ser normal. Sí, probablemente fuese así. Jugaba a ser alguien, a no ser una mentira, sin embargo, su juego terminó. Luego de que su identidad fuera revelada a las nuevas personas que más quería...