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10 de abril 2021; día 61-A


Se enfocó nuevamente en la entrada de la cafetería, anhelando ver atravesar la puerta a la menudita figura de su vieja amiga. Probablemente sería la quinta vez que lo hacía, conocía a Madeleine, la chica odiaba ser impuntual, no obstante, no habían transcurrido más de cinco minutos desde su arribo, pero estaba tan ansiosa por esa cita que el tiempo parecía estático. La abogada exhaló buscando relajarse, se concentró en sorber de su bebida caliente y concediéndole su anhelo, la mujer veía entrar a la señorita con dos jovencitos.

Gwen quedó estupefacta, al costado derecho de Leth venía una señorita a la que rápidamente pudo identificar; el parecido de la hija de Tabata a esta era increíble, aunque la muchachilla era considerablemente más bajita en comparación al recuerdo que poseía de su madre y, al contrario de su amiga, ella poseía unos ojos chocolate brillantes, un estilo de peinado diferente con una longitud distinta; quizá lo que más sorprendía a la abogada era que el par de hermanos en verdad eran semejantes. La mujer nunca imaginó que vería a la versión masculina de la periodista, pero ahí estaba. Kai era un jovencito atractivo, alto y ligeramente fornido, el chico tenía facciones tan delicadas como robustas, su mirada era tan penetrante, enigmática. Un tanto nerviosa y desorientada, la jurista se levantó recibiendo a los adolescentes.

— Perdón por llegar tarde —Murmuró Arleth al saludar a su amiga, sin embargo, no recibió respuesta inmediata ya que Gwen continuaba callada admirando a los chiquillos.

— No pasa nada... —La mujer pronunció con una ligera sonrisa, seguía apreciando a los gemelos. Finalmente, la abogada se dirigió a Arleth quien le sonrió más amplio, ella comprendía el impacto y sentimiento que generaban los mellizos al verlos.

— Kai, Kae, les presento a Gwen —Señaló Leth, Kae parecía estar más nerviosa que el muchacho— Ellos son los hijos menores de Tabata —Agregó para la abogada, aunque quedaba sobrando su explicación.

— Mucho gusto —Pronunció Gwen invitándolos a sentarse; tomando lugar frente al mellizo mayor, Kae se terminó por sentar a la derecha de su hermano— Eh... ¿Qué van a ordenar?

— Solo agua —Respondió Kai, aunque tratara de disimularlo el muchacho sobó su brazo por el golpe que le propició su hermana, Leth sonrió girando a la izquierda para dirigirse a Gwen.

— Ordenaré por ellos —La abogada sonrió, dejando que la niña se sumergiera en la carta del lugar. Al mirar al frente inhaló con profundidad.

— Gracias por aceptar reunirse conmigo —Pronunció Gwen— Sé que tendrán sus dudas, pero la razón por la que pedí vernos es de mucha importancia...

Kai lo sabía pues tan pronto se presentaron las dos jovencitas a pedir que no se enfadará por la reunión, el muchacho recurrió a su amigo, y junto con Trevor, dedujeron fácilmente el tema que, probablemente, Gwen estuviera tratando con Kryos.

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