Salgo de clase a eso de las diez y media de la noche, estoy cansada y con muchos deberes por hacer. Algunos compañeros de clase se despiden de mí y yo hago lo mismo, las calles de Seúl a toda hora se encuentran llenas, es imposible no recordar cuando pertenecía a esos lugares sucios y oscuros. Caminando hacia la parada de autobuses miro en una esquina como un hombre con una venda en su tobillo pide dinero mientras su hija menor que Jane se encuentra durmiendo a su lado en ese suelo sucio y frío, está cubierta con una manta rota, de mi bolso saco mi cartera, tomo algunos billetes dándoselos al hombre quien se sorprende por la cantidad, sin conformarme con eso entro a una tienda que abre las veinticuatro horas, compro algunos bocadillos, bebidas y algo de ramen, cuando le entrego todo eso al hombre noto que casi llora conmovido por lo que estoy haciendo.
Cuando tomo el taxi a casa le escribo a mi madre avisando que voy en camino, apoyo mi cabeza de la ventana mirando las calles, los autos y las personas. Cuatro años habían pasado en un abrir y cerrar de ojos, se supone que el tiempo iba a curar todo, iba a mejorar todo, mejoró todo económicamente, pero...no ha curado lo que realmente necesito, pensar en JungKook es tener un nudo en la garganta, pensar en todos los momentos junto a él y en los momentos que pudo tener con su hija, hubo meses en los que pensaba si hubiera cambiado en algo si se hubiera enterado que estaba embarazada.
Jane tiene su carácter muchas veces e incluso podría decirse que hace algunos gestos, es muy obediente pero no le gusta que la traten como tonta por ser una niña, aunque después de todo eso es lo que es, una niña de cuatro años. Durante el embarazo nunca tuve síntomas, no aparecieron náuseas, mareos, dolores de cabeza, desmayos, nada, era como si mi cuerpo siguiera siendo normal, al pasar los meses mi vientre fue notándose hasta crecer lo más que pudo, mis horas de sueño fueron las mismas, pero cuando despertaba por las noches sintiendo a la bebé moverse en mi vientre era imposible no desear que JungKook estuviera conmigo.
Y desde que Jane nació no dejo de desearlo cada día más.
El taxi me deja en casa, le pago al hombre y me dirijo a la puerta, una vez dentro cierro con cuidado encontrando la luz de la cocina encendida pero abajo no hay nadie, apago todo queriendo sólo dormir, subo las escaleras sin hacer ruido, la habitación de EunHa está cerrada, giro el pomo sin encontrarla en la cama, a veces Hoseok suele pasar la noche con ella, EunHa no lo deja quedarse en casa, a la chica le da cierta pena por mi madre pero mamá ya le ha dicho que puede quedarse, continúo al cuarto de mi madre donde la luz de la mesa de noche está encendida.
— Hola—susurro al encontrarla leyendo un libro, Jane está dormida a su lado, es una linda bolita envuelta en sábanas.
— No tuvo mucha tarea hoy—responde mi madre en voz baja, cierra el libro dejándolo a un lado y quitándose los lentes para leer—Comió toda su comida.
— Gracias, mamá—camino a la niña cargándola, Jane se queja un poco pero no se despierta, acuesta su cabeza en mi hombro abrazando mi cuello con sus bracitos.
— ¿Todo bien? —me pregunta mirándome—Luces cansada.
— Estoy cansada—asiento—Tengo algunos trabajos por hacer, mañana por la tarde estaré desocupada, cuando salga de clases puedo pasar por el colegio.
— EunHa dijo que mañana por la tarde tiene clases, puedo estar por la mañana con ella y luego en la tarde contigo.
— Vi que no está en su cuarto—comenté— ¿Hoseok y ella tuvieron otra cita?
— Sabes cómo son—sonríe ladinamente—Sigo esperando la boda de esos dos. En fin, me voy a dormir, hasta mañana.
— Duerman bien.
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Jane sale de la escuela con una sonrisa al verme, viene corriendo a mí y me coloco a su altura abrazándola. Su cabello está despeinado cayendo en ondas por su espalda.
— ¿Qué les pasó a las coletas que te hice esta mañana? —recogí algunos mechones de su cabello dejando la otra parte suelta.
— Es que tuvimos deporte hoy y me molestaban, omma, me gusta ir así—ríe mirándome—Omma, mi maestra quiere hablar contigo—voltea a verme. Me levanto tomando su mano con el ceño ligeramente fruncido, Jane no era una niña que causara problemas.
— ¿Pasó algo?
— No lo sé—se encoge de hombros.
Decido entrar con ella a la escuela tomando su mano, conozco el salón de mi hija porque he venido a reuniones o actos que han hecho, a Jane le gustaba cuando estaba en su salón, le gustaba decirles a todos que yo era su mamá.
Una vez en el salón su profesora me saluda con una sonrisa, es una mujer amable y querida en ese instituto, a Jane le agrada mucho también. Tomo asiento frente a su escritorio y la profesora le señala algunos juguetes en una esquina.
— Jane dijo que quería hablar conmigo, ¿Sucede algo?
— Todo está bien, el rendimiento de su hija es muy bueno, Jane es una niña inteligente y curiosa, lo normal para su edad—dice mirándola. Miro a mi niña jugar con unos cubos—Pero...desde hace unos días Jane viene hablando mucho sobre su padre.
— Me ha preguntado sobre él—asiento volteando hacia la mujer.
— Disculpe que pregunte esto, pero... ¿Él sabe sobre ella? Siempre suelo ver que su hermana o su madre vienen a recogerla, en ocasiones la encuentro a usted, pero...
— Es algo complicado—me limito a responder—Estamos intentando explicarle poco a poco.
— Si necesita ayuda podemos asignarle una psicóloga de la escuela...
— No, no—niego con la cabeza—De ser necesario se lo haré saber, profesora.
༺═──────────────═༻
— ¡Abuela llegué! —dice Jane al entrar a la tienda. Mi madre no duda en apretarla, llenarla de besos y cargarla, sonrío mirándolas sin encontrar a EunHa—Tengo mucha hambre.
— En el camino a casa me dirás que quieres comer—mi madre me mira— ¿Quieres encargarte unos minutos o prefieres llenar la pancita de esta princesa? —despeina a la niña.
— Me quedaré aquí, ¿Podrías traerme algo de comer también?
— Bien, EunHa ya se fue, las trabajadoras están en su hora de almuerzo y volverán en una hora.
— Entiendo—asiento—Jane, no sueltes a tu abuela y no corras, ¿De acuerdo?
— Sí—asiente tomando su mano. Ambas salen de la tienda dejándome sola, respiro profundo quitándome el bolso, voy detrás del mostrador colocándolo a mis pies, tomo uno de los delantales con el logo de la florería y escucho la campana de la puerta sonar—Buenas tardes, ¿En qué puedo ayudarle?—pero no obtengo respuesta, extrañada noto que el cliente está a un costado de la puerta mirando hacia afuera, está de espaldas a mí, salgo del mostrador terminando de ajustar mi delantal— ¿Disculpe?—al estar cerca toco el hombro del chico.
Y una vez que voltea a verme el corazón se me detiene, mi respiración se detiene en el acto y mis ojos no creen lo que ven.
"¿JungKook?"
Aquí vamos :v
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Mirage • [JJK] COMPLETA
Fiksi Penggemar• Segunda parte de Periculum. A veces la mente te hace imaginar cosas, así son los espejismos, una visión engañosa de las cosas. Libros: 1. Periculum. 2. Mirage. 3. Iunctus. ---------------------------- • No se aceptan copias ni adaptaciones. • Resp...