Mirage • [JJK] COMPLETA

𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 5

Nota: Putazos o qué? XD

Kim JunHo (Jeon JungKook)

EunWoo echa un vistazo al rasguño en mi brazo, no es grave ni nada profundo, sólo es un rasguño de bala, ambos estamos en la habitación del hotel, acabo de levantarme por lo cual sigo un poco desorientado. EunWoo termina de revisar el rasguño luciendo más tranquilo.

— Estará bien—asegura—Pero no entiendo porque alguien te atacaría. Se supone que estás haciendo lo correcto.

— Mis padres saben cómo motivarme—digo burlonamente levantándome del sofá—Tomaré un baño y saldré.

— ¿A dónde vas?

— Por ahí.

— JunHo—reprocha. Respiro profundo pidiendo paciencia para mis adentros—Irás a verla, ¿No? —giro sobre mis talones mirándolo—Sabes que sigo oponiéndome a esto, esa chica tiene una hija...

— Y esa chica asesinó a mi hermano, lo sabes.

— ¿Y crees que lastimándola te hará sentir mejor? —se levanta dando dos pasos a mí.

— Por esta misma razón te sugerí quedarte.

— Sabes que no lo hice porque te tengo aprecio y eres como un hermano para mí—indica—Y sabes que vine porque tus padres iban a asesinarme.

— Eso es mentira.

— JunHo...

— Ellos saben que puedo vengar la muerte de mi hermano y quiero hacerlo, prefiero hacerlo que quedarme encerrado en esa maldita casa—señalo—TaeHyung no hizo nada malo, sería incapaz de abusar de una chica, dijiste que me apoyarías.

— Y quiero apoyarte de no ser porque estás poniendo tu vida en peligro.

— Sólo necesito hacer mi trabajo.

— JunHo...

— Y me gusta, ¿Sabes? Me gusta esto de la adrenalina, el peligro, el engaño...es...como si me sintiera realmente vivo—sonrío con algo de malicia—Supongo que después de todo lo llevo en la sangre.

Tres años atrás

EunWoo terminaba de corregir mis ejemplos de matemáticas, era imposible no quedarse dormido con los ridículos números, además me explicaba el mismo procedimiento una y otra vez, pero no terminaba de entenderlo. Desde hace unos meses mi rendimiento ha bajado en los estudios, no me apetece seguir estudiando ni seguir intentándolo cuando mis padres no me ponen la atención que necesito, ellos me tratan como si no fuera su hijo.

Unos toques a la puerta de mi cuarto nos interrumpen, mi padre asoma su cabeza disculpándose por interrumpir.

— Profesor Cha, necesito hablar con mi hijo unos minutos—indica— ¿Podría dejarnos a solas?