Toda la noche pasó mientras despedían y enterraban a Ben junto a la tumba del que alguna vez fue su mejor amigo, Yon Trost. Kotsu estuvo junto a una Yuna destrosada en todo momento mientras que los mugiwara veían desde la lejanía esperando el mejor momento para acercarse. Marx y la poca tripulación que conservó también velaban por el bienestar de la chica que ningún daño les había hecho.
— Oi, Yuna. — Margot llamó la atención de la muchacha que logró separarse de la tumba de su padre. — Ven aquí. Quiero hablar contigo.
— ¿Qué? — Preguntó sin ganas. Kotsu le pegó un codazo al ver cómo se dirigía a su madre. — Margot-san. — Agregó.
— Si esos piratas te invitaron a ir con ellos, ve. Será lo mejor para todos.
--- Sí, ya no tengo nada que hacer aquí. --- Contestó viéndola directamente a los ojos. --- El pueblo estará mejor sin mí.
--- Esos idiotas se darán cuenta algún día que todo lo que hacías era por ellos. --- Bufó la mujer de cabello negro y ojos azules iguales a los de su hijo. --- Pero qué importa ahora, ¿No?
--- Mamá. --- Regañó Kotsu con una mirada severa.
--- Sólo digo que tú estarás mejor sin ellos. --- Continuó y se cruzó de brazos. --- Y quizás deberías marcharte antes de que comiencen a culparte.
Yuna sabía que tenía razón y asintió. La mayoría del pueblo quería a Ben y él había muerto por meterse en la pelea de ella.
--- Eso haré. --- Yuna se inclinó ante la mujer y volvió a erguirse segundos después. --- Gracias por todo.
--- No agradezcas nada. --- Se quejó la mujer --- Agradecele a Kotsu, él ha hecho más por ti que yo.
--- Está bien. --- Aceptó Yuna, entonces vió ambas tripulaciones en la lejanía y supo que era el momento perfecto. --- Agradezcale a Ebi-san de mi parte por todas las oportunidades que me dió, ya tengo que irme.
--- Adiós, Yuna. --- Margot le regaló una sonrisa de lado y se fue a buscar a su esposo para repetirle las palabras de la niña que ambos habían llegado a querer como una hija.
--- Te acompañaré al puerto. --- Le informó Kotsu apenado con las manos en sus bolsillos, se le notaba nervioso. --- Éste será nuestro "Hasta pronto".
--- No seas débil. --- Murmuró Yuna con sus ojos cristalizandose mientras ambos comenzaban a caminar.
Algunos aldeanos veían a Yuna con desprecio al saber que se iría con piratas después de lo que había pasado pero no hicieron nada. Muchos de ellos sabían que tarde o temprano ella se iría. Luffy captó el movimiento de Yuna y avanzó para adelantarse al merry junto a sus nakama para recibir a la nueva.
--- ¿Me dices que no sea débil y estás llorando? --- La atrapó Kotsu al ver como las lágrimas caían sin parar por su rostro y ella hacía un intento fallido en ocultarlo.
--- ¡C-cállate! --- Chilló la chica con la voz ahogada y eso bastó para que Kotsu también comenzara a llorar.
Llegaron al puerto y al fin vieron el barco pirata, era pequeño pero la tripulación también lo era. Las pertenencias de Yuna ya se encontraban a bordo así que sólo faltaba despedirse de su mejor amigo.
--- Yuna nee-chan... --- Kotsu limpió sus ojos con el dorso de su brazo e intentó sonreír. --- Gracias por haberme permitido conocerte, eres muy especial para mí y sé que nos encontraremos en la cima algún día...
--- Tenemos que hacerlo. --- Comentó ella con el labio inferior temblando. --- Y cuando pase, pelearemos para ver nuestros avances, ¿Está bien?
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Yuna Hiroshi [One piece]
FanfictionEn el comienzo, el futuro rey de los piratas poseía nakamas valiosos, Yuna Hiroshi era una de ellos.