Yuna Hiroshi [One piece]

Capítulo 2

Luffy golpeó la mesa y se levantó entusiasmado al oír el sueño de la chica frente a él, la cual, lo miró sorprendida al presenciar su acto tan repentino.

— ¡Eres amable y divertida, sé mi nakama! — Exclamó el capitán con una enorme sonrisa, el resto de su tripulación tuvo distintas expresiones resignadas, no podían con Luffy y ni siquiera lo intentarían.— Quieres salir al mar y nosotros también, ¿No es genial?

Ben, Margot, Ebi y Kotsu oyeron claramente la invitación y al mismo tiempo, Yuna no sabía qué responder, emociones y pensamientos se arremolinaron en su cabeza. Era lo que quería, sí, ¿Pero y su padre?

— Y-yo no sé qué decir. — Soltó ella, causando que las vibrantes emociones de Luffy bajaran de intensidad. — ¿Qué demente invita a una extraña a acompañarlos?

— Este idiota. — Zoro golpeó la cabeza de Luffy con una de sus espadas.

Yuna rió por eso, no podía negar que era una invitación muy tentadora.

— Puedes pensarlo, planeamos irnos mañana al atardecer. — Le informó Nami, aquello le hizo entender que hablaban en serio. — Sería bueno no ser la única chica sobre el barco.

— ¡Aceptaste ser nuestra nakama! — Usopp apuntó a la pelinaranja con burla y rápidamente recibió un golpe que le dolió incluso a Yuna al presenciarlo.

Eran graciosos, le agradaban. Recordaba una situación similar 3 años atrás cuando un chico también la invitó a ser su nakama luego de pelear con un grupo de bandidos. Kotsu intentó convencerla de irse con él ya que había notado una conexión especial entre el joven pirata y su amiga pero ésta no pudo aceptar ya que era aún menor, su padre la necesitaba y Yon seguía con vida, claro que se arrepintió cuando Yon le dijo con pena "Debiste salir al mar con aquel muchacho, me habría gustado ver tu inicio". Yuna se enfadó con el marine y no lo vió por una semana entera hasta que comenzó a sentir remordimiento, entonces fue a verlo y lo encontró muerto en su cama.

— Lo pensaré. — Suspiró. La tripulación pirata aceptó esperar hasta el día siguiente.

Nami pagó la cuenta de todos y se marcharon no sin antes advertir que irían a desayunar por la mañana. Yuna limpió en silencio el desastre que habían dejado en su mesa y luego de unas horas vió como los últimos clientes se iban junto con la luz solar.

Kotsu la jaló fuera del restaurante mientras Ben, Margot y Ebi se encargaban de la limpieza de la cocina.

— ¿Qué ocurre contigo? — Chilló la chica al verse arrastrada por su amigo.

— ¡Debes ir con ellos! — Exclamó bajito. Yuna abrió los ojos y la boca sorprendida. — Ben estará bien sin ti y lo sabes, además, no sabes cuando tengas otra oportunidad como esta.

— No lo sé. Debo hablar con mi padre primero. — Le respondió cabizbaja. — Cuando el chico de las cuentas me invitó, consideré irme con él pero papá me convenció de rechazarlo. Dijo que era muy joven y que no estaba lista para el mar. Que aquel chico no tenía futuro y sólo haría que me maten. Sabes que su opinión me importa y me afecta directamente.

— Eso fue hace más de 3 años. Ahora tienes 18, puedes decidirlo tu misma. ¿Te hace feliz seguir aquí después de lo que dijo Yon-sensei?

"Me habría gustado ver tu inicio"

Los ojos de Yuna se cristalizaron de inmediato al tener latente el sentimiento sobre la situación con su sensei. Kotsu la abrazó e intentó calmarla, sabía de los obstáculos pero él quería ser el apoyo.

— Mi único arrepentimiento es no haberlo hecho con él aquí. Quiero que me vea. Quiero que esté orgulloso de mí aunque decida ser un pirata.