Yuna Hiroshi [One piece]

Capítulo 17

Nieve. A penas Yuna se había dado cuenta que caía nieve se encerró junto a Nami con varias prendas abrigadoras en su cuerpo. En cuanto a Nami, había empeorado un poco, a penas y lograba mantenerse despierta asustando a sus nakama de una manera aterradora.

--- Vamos, compañera. --- Yuna veía a Nami dormir sentada a los pies de la cama que compartían. --- Puedes recuperarte.

--- Lo hará, Nami-san es fuerte. --- Comentó Sanji tendiendole una taza de té a la chica, Yuna le agradeció. --- Por el momento, no salgas de aquí, el frío cada vez se hace más intenso.

--- Me siento tan inútil en esta situación. --- Yuna tensó la mandíbula mientras sentía el calor de la taza abrigar sus manos.

--- Estás cuidando a Nami, por lo demás no te preocupes.

Yuna asintió poco convencida, en realidad ella quería superar su miedo al frío pero era muy complicado, mientras estuviera abrigada no era tan molesto pero aún así le afectaba. Vivi apareció para acompañarla y se quedó un buen rato observando a Nami.

--- Me gustaría ayudar más, ustedes ya han hecho mucho por mí. --- Murmuró la princesa siendo escuchada por Sanji y Yuna ya que los demás se encontraban afuera.

--- Tranquila, todos hacemos lo que podemos. --- La calmó Sanji.

El barco se sacudió bruscamente causando que Yuna cayera al suelo y derramara su té. Sanji salió para ver que ocurría pero no volvió en un buen rato. Yuna se levantó y apretó los puños, también quería ir pero su cuerpo no se lo permitía. Fue cuando se oyeron disparos que Vivi salió corriendo y Yuna se quedó allí sintiéndose cada vez más inútil.

Pasó más tiempo y Vivi volvió, le explicó que unos sujetos intentaron atacar el barco pero que Luffy lo había derrotado y se marcharon. Yuna sólo asintió.

Vivi volvió a salir y tiempo después entró Luffy con la intención de animar a Nami, aunque no lo lograba ya que la chica dormía y no podía verlo.

--- De alguna forma, me gusta saber que todos se preocupan por ella. --- Comentó Yuna viendo a la navegante. Luffy la observó en silencio. --- Tiene el tesoro más importante, el cariño de una familia.

--- Yuna-chan... ¿Por qué le temes al frío? --- Inquirió Luffy algo dudoso. La chica volteó a verlo y aclaró su garganta para explicarle.

--- ¿Recuerdas a mi padre? --- Luffy asintió teniendo una clara imágen del anciano en su cabeza. --- Cuando tenía ocho, él enfermó y lo llevaron con el doctor del pueblo, él por supuesto me envió a casa y no dejó que me quedara con él, pasé toda la noche afuera de su casa esperando noticias, aquella noche llovió y ni siquiera pensé en ir a mi casa a buscar con qué abrigarme, en lo único que pensaba era en si mi padre viviría o no. Al parecer me dormí y cuando desperté mi cuerpo estaba entumecido por el frío, no podía moverme. El doctor me encontró y me atendió porque era su deber como médico. Mi padre se recuperó y me enfermé yo, sufrí hipotermia, fue la noche más fría del año. Desde entonces, no soporto las temperaturas bajas, me recuerdan todo el dolor que sufrí y el que le causé a mi padre. Tuve suerte de seguir con vida.

--- Ya veo. --- Susurró Luffy al oír la historia, se cruzó de brazos y tragó saliva. --- Yuna-chan...

--- ¿Qué?

--- ¿Te gustaría ser mi segunda oficial?

Yuna abrió la boca sorprendida por la propuesta de su capitán e intentó responder algo pero sólo balbuceaba totalmente aturdida.

--- ¿Q-qué? ¿Por qué yo?

--- Eres la única que no tenía un título como tal en la tripulación. --- Luffy se encogió de hombros. --- ¿Qué dices?