Capítulo 29

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Las tres aprovecharon que Luffy dormía y no había nadie más ahí para conversar sin interrupciones, Naho se sentó en la cama que había usado Yuna para descansar y ésta se sentó en la cama del otro lado para no molestar a su capitán, Nami por su lado se sentó en el suelo entre ambas camas y apoyó su espalda en la pared. 

— Bien, ¿Por donde empezar? — La mujer mayor respiró hondo para intentar ordenar sus ideas. — ¿Qué quieres saber antes de hacerlo, Yuna?

Yuna tragó saliva, todas las preguntas que tenía habían desaparecido de su cabeza. 

— No lo sé. — Respondió sincera.

— Yo tengo una pregunta. — Nami alzó la mano como si de una estudiante se tratase, Naho le indicó que continuara. — ¿Akagami no Shanks es el padre de Yuna-san? 

— Lo es. — Respondió Naho con una pequeña sonrisa. — Shanks fue el único hombre con el que estuve antes de dejar la isla Nori. 

— ¿Él sabe de mí? — Inquirió Yuna dudosa, quería creer que no era así o no podría comprender porque nunca la buscó. 

— Antes no. — Contestó la castaña acomodando su cabello en una cola de caballo por los nervios que sintió al pensar en Shanks otra vez. — Si es que vio tu cartel de recompensa entonces ya debe saberlo.

— ¿Por qué no sabía de mí? — Insistió la pelirroja confundida. 

— Eso te lo explicaré en un momento, ¿Tienes más preguntas? 

— Tú... ¿Me quieres? — Preguntó Yuna llena de vergüenza sin poder mantenerle la mirada.

Nami se sintió incomoda por un momento y Naho no pudo evitar soltar una risita.

— Cariño, te he querido desde que supe que existías y te seguiré queriendo hasta que muera. — Comentó apoyando una mano en el hombro de su hija para darle confianza. — Eres mi mayor orgullo, no dudes cuanto te amo. 

— Perdón... Necesitaba escucharlo. — Dijo la segunda oficial con un leve sonrojo y pareció recordar algo importante. — Y-yo recibí regalos misteriosos en mis cumpleaños, ¿Eras tú? 

— Si, ¿Te gustaron? 

Yuna se mostró abiertamente emocionada, un gran misterio se resolvió después de tantos años. 

— ¡Eran increíbles! — Exclamó con un brillo especial en sus ojos, Nami sonrió al percibirlo. — Papá decía que un ángel los dejaba para mí pero nunca le creí. 

Naho dejó de sonreír al saber a quien se refería con "Papá" y aquello no pasó desapercibido para las nakamas. 

— ¿Ocurre algo? — Preguntó Nami preocupada. 

Naho suspiró. 

— Ben era un hipócrita. — Soltó sin rodeos, Yuna quiso replicar pero Naho continuó antes. — Era tu abuelo biológico, ¿Lo sabías? 

— ¿Qué? — Yuna negó con la cabeza sin poder creerlo. — Él me lo habría dicho... 

— Claro que no, era un hipócrita. — Insistió Naho dejando caer su peso en la cama. — Comenzó a odiar a los piratas cuando uno mató a mi madre pero ellos también lo eran. — Yuna y Nami se miraron sorprendidas. — Cuando eso pasó me llevó a la isla Nori a vivir porque ya no soportaba el mar, yo tenía 9 años entonces y adoraba el mar a pesar de todo. Un año después llegó un ex vicealmirante, Yon-sensei, sé que lo conociste. 

— ¿Sensei? — Preguntó Yuna enarcando una ceja. 

— Si, él me entrenó a escondidas de Ben hasta que nos descubrió. — Naho rió al tener un leve recuerdo de aquella ocasión. — Ellos se conocían por cierto, eran rivales en el mar y se hicieron muy buenos amigos fuera de el. 

Yuna Hiroshi [One piece]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora