Capítulo 39

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Una anciana recibió a los mugiwara, había que pagar para ingresar pero Nami se rehusó y entraron de todas formas porque la anciana no se opuso en ningún momento. Yuna sólo pudo reír ante esa situación, de seguro tendrían problemas por ello, pero no le importó porque desconocía las reales consecuencias.

Luffy fue el primero en bajar del barco y demostrar que podían mantenerse de pie allí, rápidamente lo siguieron Usopp y Chopper. Zoro dejó caer el ancla y este no pasó más allá de las nubes lo que le pareció extraño, habían subido por un rio de nubes igual de extraño, sentía que nada tenía una explicación lógica.

— Creo que me he enamorado de este lugar. — Comentó Yuna observando la que parecía una playa de nubes, seguía en bikini así que aprovecharía para jugar en el agua.

— Yuna-swaaan. — Sanji comenzó a bailar enamorado al rededor de la chica. — ¡Vamos a darnos un chapuzón!

— Está bien, pero si te pasas te golpearé, es una advertencia. — Accedió la chica y ambos saltaron del barco para caer en el poco nivel de agua en la nube. — ¡Vaya, es sorprendente!

Finalmente terminaron bajando todos, incluso el amargado de Zoro. El lugar era increíble, Luffy jugaba sobre un árbol y Usopp le seguía la corriente, Chopper y Nami encontraron un lugar cómodo para descansar, Zoro y Robin seguían descubriendo nuevas cosas y Sanji buscaba flores extrañas al estar junto a Yuna.

Yuna siguió jugueteando en el agua con una bella flor en su cabello, esperó pacientemente hasta que Sanji les regaló una igual a Nami y Robin, volvió feliz de hacer aquellos obsequios y se derritió al ver que Yuna seguía usándola.

— ¡Eres un verdadero ángel, Yuna-san!

Ella no respondió nada y sólo comenzó a arrojarle agua y huir, de verdad disfrutaba la estadía ahí. Sanji le siguió el juego y también le arrojó agua, así empezando una guerra a la que se unieron Luffy, Usopp y Chopper en un todos contra todos.

— ¡Ven a jugar maldito vago! — Le gritó Yuna a Zoro viendo como este intentaba dormir sobre una nube.

— ¡Déjame en paz, bruja!

Todos reían, hasta Nami en algún punto se unió al juego. Robin reía desde la orilla, apreciaba aquella tierna escena desde la lejanía.

Al poco rato el juego acabó y todos cayeron exhaustos, Yuna de por si tenía bastante dificultad con la altura y se había cansado el doble, Chopper se dio cuenta y planeó hacerle un chequeo luego.

Sanji miró a la lejanía y se embobó con la figura femenina de una chica con plumas en sus brazos. Ella al notar a la tripulación se acercó amable.

— Hola, ustedes deben ser habitantes del mundo de abajo. — Su voz y aspecto era angelical, su cabello rubio trenzado, su piel pálida y ojos claros sólo la hacían lucir más radiante. — Me llamo Conis, es un gusto conocerlos.

— ¡Hola! — Saludó Luffy feliz.

La chica les ofreció beber de una fruta que había llamado la atención de Luffy y les comentó un poco sobre la vida en la isla del cielo, pero se vió interrumpida cuando un vehículo desconocido llegó por el mar de nubes siendo manejado por un viejo que resultó ser el padre de Conis.

— ¿Qué es eso? — Se emocionó Nami viendo el vehículo. — ¿Cómo puede navegar si no tiene velas?

— Es gracias a los diales. — Explicó el padre de Conis. — Todo en el cielo funciona gracias a los diales.

— ¡Oye viejo, ¿Puedo subirme? — Pidió Luffy casi arriba del vehículo.

El señor aceptó amable y Luffy no tardó en estrellarse, según los locales esos vehículos llamados onduladores eran muy complejos de usar, Yuna también lo intentó y se estrelló, pero cuando Nami lo intentó, lo hizo excelente. No por nada era la mejor navegante del mundo según la tripulación.

Yuna Hiroshi [One piece]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora