Capítulo 55

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En el nuevo mundo...

El que dos yonkous se encontraran en ese momento tan caótico parecía casi una pesadilla para la marina y el gobierno mundial, significaba posibles alianzas que sin duda acabarían con cualquiera. Shanks el pelirrojo había enviado a un informante antes de pensar en ir, pero para el viejo y testarudo Shirohige no era la forma correcta de comunicarse después de tantos años de conocerse, así que Shanks tuvo que llegar en persona para poder conversar con él.

— Akagami. — Se impresionó de una forma imperturbable el anciano conectado a varios aparatos médicos detrás de él. — He oído mucho de ti últimamente, incluso que tienes una linda hija.

— Sí, Yuna-chan. — Afirmó el pelirrojo con seriedad. — Pero no vine aquí a hablar sobre ella.

— Lástima. Ace nos volvió locos de tanto hablar sobre ella, puede que la conozca mejor que tú por lo que sé.

Shanks sonrió, era cierto, él no sabía nada de su hija, pero esperaba pronto encontrarla y descubrir cada pequeño detalle de ella para conocerla por sí mismo y no por lo que el resto le contaba. El yonkou menor ignoró al anciano y le ofreció licor de su tierra natal que ambos bebieron casi de golpe, ambos eran bebedores empedernidos. El día estaba calmado y unas pocas nubes decoraban el cielo en ese punto en el mar del nuevo mundo.

— Vine a hablarte de Ace, en realidad. — Continuó Shanks luego de acabarse su copa. — Sé que está en busqueda de Barbanegra y debo decirte que ese tipo es peligroso, él fue el causante de mi cicatriz.

— Teach debe pagar por asesinar a uno de los nuestros. — Masculló Barbablanca en respuesta sin considerar siquiera la advertencia. — Ace se encargará de él.

— Debes hacer que el chico vuelva. — Insistió Shanks poniéndose serio otra vez.

Shirohige comenzó a levantarse con brusquedad llevando consigo todos los cables que lo mantenían estable, Shanks se levantó de inmediato entendiendo que había ofendido al anciano al subestimar a su protegido. Hubo una gran ola de impacto cuando sus armas se alzaron y chocaron contra el otro. Shanks pensó que no había logrado su objetivo después de todo al ver la reacción del viejo Shirohige.

En un lugar no tan lejano...

Una llamarada enorme resplandeció hasta el cielo cuando chocó con lo que parecía ser una nube negra que absorvía todo a su paso. Marshal D. Teach acababa de derrotar al comandante de la segunda división de Barbablanca, Portgas D. Ace. Un suceso que provocaría una serie de desgracias en cadena para el futuro.

Ace sólo pudo pensar una última vez en su hermanito menor y aquella muchacha que no salía de su cabeza, quería protegerlos a toda costa de ese monstruo que alguna vez perteneció a su tripulación.

***

La calma de estar en mar abierto se hizo presente rápidamente, Sanji estrenó la cocina con una merienda y Yuna aprovechó para subirse al columpio que Luffy, Chopper y Usopp no querían soltar desde que se habian subido en el hace horas. Todos ellos ya parecían tener sus propios espacios favoritos en el Sunny, Yuna aún no se decidía si el suyo era el acuario o la cubierta, tenía suficiente espacio en ambos para hacer lo que quisiera. Aunque envidiaba a Zoro, él se había apropiado del mirador y lo había transformado en su gimnasio personal, el cual ocuparía de todas formas para entrenar alguna que otra vez.

Nadie pensaría al ver ese cielo tan azul y resplandeciente sobre ellos que pronto se verían envueltos en situaciones no tan agradables.

— ¡Yuna-swaaan! — Apareció Sanji con esa aura de bobo enamorado sujetando una bandeja delante de él. — Hice este delicioso pastel de chocolate y te traje un poco. Sé que es tu favorito.

Yuna Hiroshi [One piece]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora