Capítulo 49

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Todo era un caos y Usopp estaba inconvenientemente seguro de su decisión. Chopper pedía a gritos que no continuaran con esa idiotez, pero como Yuna bien sabía, sus compañeros tenían un orgullo bastante firme y no se doblegarían por nada ni nadie cuando ya habían llegado demasiado lejos.

— ¡Hagan algo, detenganlos! — Chilló Nami jalando el brazo de su mejor amiga con desesperación. — Son los más fuertes aquí, ustedes pueden parar esta locura.

Yuna suspiró, no negaría que estaba destrozada y que lo intentó al comienzo, más no podía hacer nada al respecto. Ellos tenían una batalla que librar solos.

— Nami. — La llamó Zoro, la navegante dirigió su atención al espadachín. — No podemos intervenir, ya cállate.

Chopper lloró más fuerte, él temía porque Usopp se encontraba muy mal herido como para tener una pelea real con el monstruo que era Luffy.

— El estúpido marimo no tiene delicadeza alguna al hablar con una dama, Nami-san. — Murmuró Sanji encendiendo un cigarrillo en su boca. — Pero lamentablemente, tiene razón. No podemos hacer nada, no nos corresponde.

— Y-Yuna-san tú nunca apoyarías esto. — Lagrimeó Nami.

Yuna sintió como si una bala atravesara su corazón.

— Claro que no. — Aceptó, Zoro la observó cauteloso pensando en qué haría si ella decidiera intervenir. — Pero también creo que, esta vez, Luffy está en lo correcto.

Zoro suspiró.

Y el hecho era que, Yuna respetaba a Luffy como capitán y como amigo. Entonces, lo único que entendía era que Usopp había ido demasiado lejos al sobreponerse sobre su capitán y su última palabra. La pelea comenzó a la media noche y para sorpresa de varios, Usopp tenía más de un truco bajo la manga para contraatacar a Luffy, al parecer, el único que se desvalorizaba era él mismo. Ataques iban y venían, incluso los artefactos más utilizados por Usopp eran los diales de la isla del cielo.

— No lo soporto más. — Sollozó Nami cayendo de rodillas y cubriéndose el rostro. — No quiero ver.

Yuna miró detenidamente cada expresión de sus nakama, Nami y Chopper se veían destrozados, Sanji parecía ir por su cuarto cigarro desde que comenzó la pelea y Zoro se veía serio como de costumbre. Extrañaba a Robin ahí.

Usopp acabó en el suelo vencido, Luffy no se contuvo con él. Chopper saltó del barco y socorrió al que acababa de abandonar la tripulación. Yuna, sin darse cuenta, comenzó a llorar y no pudo controlarlo, el fin de la pelea significaba que se volvía real.

— Yuna-san. — Sanji la contuvo en sus brazos.

Nami y Zoro podían asegurar que ese llanto era similar al que habían presenciado en la isla Nori cuando Ben había muerto.

— Gané. — Soltó Luffy viendo como Usopp era atendido. — Pero el Merry es tuyo.

Luffy dio media vuelta y Usopp a duras penas logró marcharse de ahí con el espíritu hecho añicos. El llanto de Yuna pronto no fue el único que se oyó, el capitán se cubrió el rostro y se dejó ir en sus emociones.

— Ese es el deber de un capitán. — Murmuró Zoro.

Durante la noche, el resto de la tripulación se encargó de reunir sus pertenencias y trasladarlas a un hospedaje que encontraron. Para Yuna, el dejar atrás el Merry y a Usopp significó un gran vacío que intentó ignorar para no volver a quebrarse, pero cuando pasaban las horas y no lograba conciliar el sueño, decició salir. El vestido celeste fue tirado a un lado y rebuscó entre la ropa que al parecer era un poco de todos, tomó prestado uno de los trajes de Sanji y se tomó el cabello, sin decirle nada a nadie, salió de ahí.

Yuna Hiroshi [One piece]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora