Capítulo 7

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--- ¿Eh? ¿A caso no me escucharon? --- Insistió el marino, Yuna y Nami se miraron de soslayo y asintieron, comunicándose sin hablar.


--- No se llevaran nada. --- Avanzó la chica de cabello rojo y extendió sus brazos a cada costado, el marino frunció el ceño al ver su intento de pared humana. --- En lugar de quitarle su tesoro, ¿Por qué no se preocupan de sacar a Arlong de ésta isla?

--- No he venido por Arlong, he venido por la ladrona de piratas a confiscar su tesoro. --- Masculló el marino y le hizo una señal a sus hombres para que comenzaran a buscarlo --- Y en cuanto a ti, Yuna, tienes suerte de que soy benévolo así que hazte a un lado si no quieres ser capturada, dejaré que un alto rango se encargue de ti.

Yuna entrecerró los ojos, ¿A caso ya estaba siendo buscada? ¿Kotsu se había encargado de eso?

--- ¡No dejaré que toquen la cosecha de Bellemere-san! --- Chilló Nami viendo como los marinos se distribuían por la cosecha de mandarinas de su madre. Ninguno de ellos estaba siendo cuidadoso con sus árboles.

Yuna dejó que Nami corriera y comenzara a golpear a quien se le atravesaba con un bastón que sacó de su busto, comenzó a descargar su ira pero el marino con rasgos de roedor soltó algo que hizo a Nami detener toda acción y a Yuna agarrarlo del cuello para querer golpearlo. Arlong nunca pensó en venderle la isla a la de cabello naranja ni aunque consiguiera todo el dinero.

Yuna vió de reojo la debilidad de Nami y arrojó al marino al suelo para ir en su ayuda. Malidos marinos corruptos, pensó.

--- ¡No se atrevan! --- Nojiko apareció corriendo y también intentó alejar a todos los que destruían el lugar.

— ¡Encontramos algo! — Exclamó un marino.

Nojiko y Nami se miraron llenas de pánico.

--- ¡Abranlo! --- Ordenó el de rasgos de roedor y sus hombres obedecieron.

Nami corrió con la mente nublada por la ira y el marino al verla, sacó su arma para detenerla. El disparo se oyó pero no le dió a Nami. Yuna cayó de rodillas al sentir el dolor en su hombro.

--- ¡Yuna-san! --- Gritó Nami horrorizada por la imágen que veía frente a ella. --- ¡Ayúdenme!

Gen tomó a Yuna en brazos y las hermanas dejaron que los marinos se llevaran todo, lo único que importaba en ese momento era encontrar al doctor de la villa para que curara a Yuna. Corrieron hasta llegar al pueblo y se encontraron a todos los aldeanos reunidos, pusieron a Yuna en el suelo y el doctor se encargó de revisar su herida.

Luffy que se encontraba por allí, al ver a Yuna siendo atendida se acercó rápidamente.

--- ¿Qué le pasó? --- Preguntó viendo como el doctor le quitaba la playera y le curaba el hombro que no paraba de sangrar.

--- Un marino le disparó. --- Respondió Nami sufriendo por los nervios y la ira en su interior.

--- ¿Puedo ayudar? --- Preguntó el capitán, Nami apretó los puños.

--- ¿No te dije que te fueras de la isla? ¿Por qué se quedaron? ¡Ahora Yuna-san está herida por mi culpa!

Nami no esperó ninguna respuesta y corrió en dirección de Arlong park para encarar al gyojin, Yuna al oírla intentó levantarse y seguirla pero el doctor se lo impedía ya que se encontraba vendando la herida. Luffy suspiró al ver la reacción de Nami y se agachó junto al médico.

Yuna Hiroshi [One piece]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora