| Queen Of Fallen | The 100 [1]

Capítulo 5

Crystal caminó por el bosque, siguiendo el camino que había trazado hacia el pequeño claro. La pelirroja estaba orgullosa de los chicos, ya que era el primer trabajo en la tierra convirtiéndolos en sobrevivientes.

Cuando llegó al claro recogió el agua y luego se echó agua a la cara para refrescarse. Pero entonces escucho una rama crujir, alertándola. Saco la navaja y miró a su alrededor. —¿Quién es?

Pero no hubo respuestas.

Tomó sus cosas rápidamente y sin bajar la guardia emprendió camino al campamento. Nunca dejó de sentirse vigilada, hasta que escuchó, claramente, fuertes pisadas hacia ella.

Un peso cayó sobre ella y se asustó al sentir que el aire le faltaba, trató de quitar las manos de su cuello de aquel moreno, pero efectivamente, no lo logro ante la fuerza descomunal del terrestre, quién levantaba a la chica para golpearla bruscamente contra el suelo. Con sus manos trató de buscar una piedra o algo que le sirviera para defenderse, hasta que sintió entre sus dedos la navaja que se le había caído y sin pensarlo mucho, se lo clavó varias veces en el cuello del hombre.

La sangre del terrestre salía y caía en el rostro de la pelirroja, quién se encontraba tosiendo y buscando aire para sus pulmones, alejó de sí el cuerpo agonizante del terrestre. —Eras tú o yo. Claramente, no puedo abandonar a los míos.

Se levantó como pudo y recogió sus cosas retomando el camino, dejando el cuerpo inherte del terrestre. Al llegar al campamento, vio a la mayoría holgazaneando, lo que ocasionó molestia en Crystal. —¡Miller! ¿Dónde demonios está Miller?

Todos se quedaron en silencio al ver el rostro ensangrentado de la pelirroja, precupándolos, pero sobre todo asustándolos como los miraba su líder. De a poco se iban acercando para entender la situación.

El moreno al escuchar la voz molesta de Crystal, se apresuró a ver qué pasaba. —Foster, ¿qué fue lo que pasó?—se acercó con cautela y preocupado.

—¿Todos están bien?—el chico confundido, asintió, tranquilizando un poco a la chica. —Quiero que todos se pongan a construir el maldito muro. Solo se detendrán a beber agua y cuando llegué la anochecer.

—¿Qué fue lo que te pasó?—preguntó está vez Monroe.

—Fui atacada por un terrestre. Ya no es seguro. No quiero a nadie lejos de la nave, los que vayan por agua, me lo harán saber para darle armas e indicaciones. Nadie se alejará sin tener algo con que defenderse. —Crystal miró a todos y le pasó las cantimploras a Monroe. —¡Quiero verlos trabajando!

Todos suspiraron, pero obedecieron a las palabras de la pelirroja, quien en ese momento lucía más intimidante. —¿Estás bien?

—Maté a alguien, Miller. No estoy bien.