| Queen Of Fallen | The 100 [1]

Capítulo 34

La terrestre miraba a las dos jóvenes, pero más a la rubia por todo lo que le había dicho Lincoln. Luego posó la mirada en la pelirroja y alzó una ceja. —Eres Crystal, ¿no?

—Sí y ella es...

—Clarke, lo sé—interrumpe la terrestre, la pelirroja alza una ceja. —Soy Anya. —ninguna apartó la mirada de la otra hasta que Clarke extiende su mano, pero Anya mira su mano de manera condescendiente, incomodándolas, por lo que solo optó por bajar la mano.

—Creo que empezamos con el pie izquierdo, pero queremos encontrar la manera de vivir juntos en paz—habla la rubia, y Crystal tragó en seco porque en su opinión, eso no fue bueno empezar diciendo eso.

—Entiendo. Empezaron una guerra que no saben cómo terminar—explica mirando seriamente a las dos líderes, desconcertando a la rubia.

—¿Qué? No. No empezamos nada. —ahí, Crystal se arrepintió de haber llevado a Clarke. —Ustedes nos atacaron sin razón.

—¿Sin razón? —Crystal notó que la terrestre empezaba a molestarse. —Los misiles que pasaron quemaron una aldea.

Imágenes de ellos en el almacén llegaron a la mente de Crystal, haciendo que empezara a sentirse mal. —¿Las bengalas? No. Esa fue una señal para nuestras familias. No teníamos idea...

—Son invasores—interrumpe, haciendo que Crystal la mirara al instante. —Su nave aterrizó en nuestro territorio.

—Tienes razón, es tu territorio. Y de parte de todos nosotros, sentimos haber hecho algo que perjudicara la vida de tu gente—empieza hablar la pelirroja, llamando la atención de la terrestre. Clarke estaba por rechistar, pero Crystal no la dejó. —Pero no podemos dejar a un lado, el hecho de que uno de ustedes atacó a uno de los nuestros traspasándole una lanza en su pecho. Nosotras venimos en paz para solucionar esto. Detener las muertes, encontrar una solución para todo este mal entendido.

—Es verdad. No sabíamos que había alguien aquí—prosigue Clarke, y Crystal asintió. —Creímos que la Tierra estaba deshabitada.

—Sabían que estábamos aquí cuando enviaron un grupo armado por uno de los nuestros y torturarlo. —ambas se miraron unos segundos al recordar lo que había sucedido. —Son todos actos de guerra.

Clarke asiente comprensible. —Entiendo, entendemos tu punto—corrige, y ambas vieron como la rabia de la terrestre, disminuía. —Por eso tenemos que ponerle fin a todo esto.

Anya respira hondo mirando a las dos chicas en silencio, y es que la terrestre analizaba las palabras de ambas, entonces levanta la barbilla lista para hablar de nuevo.