| Queen Of Fallen | The 100 [1]

Capítulo 11

Crystal se levantó de la cama y salió por la parte trasera de la tienda de campaña y caminó con sigilo hacia la salida. Ella estaba convencida que nadie la había visto, porque sus pasos habían sido silenciosos y todos estaban muy entretenidos con el trabajo.

—¿Ya despertó?—pregunta Octavia acercándose a su hermano cuando lo vio salir de la tienda.

—Sí. Hay que darle su espacio. La muerte de Wells cambió algo en ella. —miró hacia la tienda de campaña y luego miro a su hermana, quién estaba preocupada por su amiga. —Ella está bien, es fuerte.

Murphy ve a Bellamy unos segundos y luego nota como una cabellera roja se mueve rápidamente pero de manera ágil, suspiró para disimuladamente salir del campamento para ir tras la pelirroja.

Trotó para no perder de vista la cabellera roja, la chica estaba tan inmersa en sus pensamientos que no se dio cuenta de que el chico la estaba siguiendo.

Murphy la vio lavarse las manos en el claro y luego el rostro, sintió pena por ella por lo que decidió acercarse a ella. Crystal sintió los pasos atrás de ella por lo que lentamente saco el cuchillo que guardaba en su bota para colocarlo en el cuello de la persona que la seguía.

—¡Hey! ¡Soy yo!

—¿Qué haces aquí, Murphy?—bajó el cuchillo y lo guardó, para mirarlo fijamente aún con el dolor punzante en su cabeza. —Casi te mato.

—Pero no lo hiciste. —sonrió de lado, Crystal rodó los ojos.

—¿Bellamy sabe que estás aquí?—pregunta volviendo a lavarse las manos y el rostro, que se encontraba sucio y con un poco de sangre.

—No le tengo que estar contando todo lo que hago a Bellamy. —Crystal lo miró con una leve sonrisa.

—Claro que sí. Te volviste su perra. —el comentario molestó a Murphy y su expresión dura, borró la sonrisa de la pelirroja. —Lo siento, no quería tocar esa fibra.

—Y eso que venía a consolarte por la muerte del bastardo de Wells. —ese comentario molestó a Crystal, por lo que se giró simplemente a empujarlo. —Lo siento, no quería tocar esa fibra—repitió con una sonrisa burlona. 

—Eres un imbécil. Sabes que Wells no tuvo la culpa de la muerte de tu padre—dijo seria, la chica suspiró caminando hacia un árbol para sentarse y reposar su cabeza en el mismo. John la miró e imitó su acción.

—Lo sé. Pero aproveché la oportunidad de desquitarme con él.

—Eso es injusto. —luego de eso, ninguno de los dos dijo palabra alguna. El silencio que se formó era cómodo, confundiendo a la chica, porque nunca imaginó llevarse bien con él. Aunque en el arca hayan hablado un poco en el comedor, pero hasta ahí. —Gracias por tratar de hacer algo bueno.