| Queen Of Fallen | The 100 [1]

Capítulo 40

Dos días.

Han pasado dos días desde que el virus entró al campamento, pero habían logrado sobrevivir. Una vez más. Crystal limpió su rostro mientras caminaba de vuelta al campamento. Había decidido salir a cazar sola, empezando porque quería estar sola y pensar sobre todo lo que estaba pasando.

El arca en silencio. La radio muerta.

En ese momento entendió que nadie bajaría, que estaban solos y tenían que hacer lo que sea para sobrevivir. Su caminar empezó a detenerse en cuanto su mirada se posó en Bellamy y Clarke, al llegar al campamento, ambos estaban hablando, pero a la pelirroja no le gustó para nada la sonrisa que Clarke le daba a Bellamy.

No eran novios, pero tenían algo. Algo que a los dos les gustaba mucho y que todos sabían.

Soltó un bufido y decidió no prestar atención porque al final confiaba en Bellamy, así como él había puesto su confianza en ella. Entró al campamento, orgullosa de todos al verlos trabajar en lo que fuera; dispuesta se dirige hacia la pequeña estructura donde guardaban las carnes, pero su moreno amigo detiene su andar.

—Necesito hablar contigo.

Crystal balbucea unos segundos, pero al final asiente, para dirigirse a la tienda de campaña de él aun con lo que había conseguido.

—Miller, yo...

—No digas nada, ¿sí? Entiendo por qué has estado molesta, pero no quiero dejar de hablarte. Crys, has sido mi mejor amiga y no quiero que por un malentendido o por lo que hice se arruine nuestra amistad.

La pelirroja lo escuchaba atentamente, inexpresiva, hasta que decidió hablar. —: Que no te escuche Zoe decir que soy tu mejor amiga.

El moreno sonríe de lado y no evita entusiasmarse al sentir los brazos delgados, pero fuertes, rodear sus hombros; al instante correspondió el abrazó. —Trataré de no decirlo muy seguido.

—Mejor, aunque claro, yo soy la mejor amiga de todos—dice "modesta", ocasionando la risa de ambos. —Te extrañé, Nate.

—Y yo a ti, Crysie-bu.

—Demonios, había olvidado ese estúpido apodo. —Los gritos de a fuera llamó la atención de los dos, dando finalizada la conversación.

Al salir de la tienda, vieron a todos los delincuentes correr y reunirse alrededor del ahumadero arder en llamas. Octavia y John eran los que estaban dentro, preocupando a la pelirroja, quien no dudó en acercarse para asegurase de que estuvieran bien. Lo cual alivió los nervios de Crystal al ver que solo tosían a causa del humo, pero ninguno estaba herido.

—¡Ha sido culpa tuya! —John se lanzó a Del para golpearlo. —¡Te dijimos que era mucha leña!

Bellamy se puso de pie para detener la pelea mientras que Crystal examinaba a Octavia, la castaña asintió de acuerdo a lo que dijo Murphy, y eso, le dio malestar porque sabía que algunos delincuentes no les agradaba la idea de que uno de ellos se involucrara con los terrestres.