Capítulo 24: Aquí Vamos.

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Maratón 2/5

Pov: Joaquín.

-¿Que paso?- preguntó Santhiago cuando llegué al despacho donde el ya me esperaba.

-Me dijo que si- sonríe de oreja a oreja por la emoción de que aceptara ser mi esposa -pero esta diferente no es la misma Samantha de antes, la intenté besar y me alejo, prácticamente me sacó de la habitación y antes no hubiera hecho eso antes me hubiera correspondido el beso e incluso hasta más- al terminar de decir eso la sonrisa que hace poco momento está en mi rostro ahora solamente se había ido, caminé hasta mi escritorio y me senté en el a pensar en eso.

-Amigo yo se qu soy el menos indicado para decirte esto pero tienes que entenderla sí bien no sabemos lo que le hizo ese maldito monstruo no creo que haya sido nada bueno sufrió bastante esperándonos o más bien dicho esperándote a que llegarás a saludarla al final casi lo hizo sola- dijo Santhiago y ahí empecé a reflexionar otra vez ¿Cómo podía ser tan incomprensible con la mujer que amo? ¿Cómo podría haberla descuidado tanto? ¿qué tanto daño le había hecho ese demonio como para que ya no quisiera besarme? Y no encontraba respuestas.

-Lo y de solo pensar en eso me dan una ganas de matar al maldito desgraciado que oso poner sus manos sobre mi mujer- dije hecho una verdadera furia.

-Pero el ya está muerto ella se encargó de eso y ahora Samantha está aquí contigo y acepto a casarse, eso es lo que realmente importa en estos momentos, ella con el tiempo te contara todo lo que pasó- le miré al fin y al cabo tenía razón ella estaba aquí conmigo y pronto sería mi mujer ya la había marcado y eso la hacía completamente mía, solamente se tenía que sellar el vínculo.

-Tienes razón la amo con mi vida y nada ni nadie cambiará lo que yo siento por ella es mía y le demostraré cada día cuando la amo y también le demostraré que no me importa lo que haya pasado, que la amaré ayer, hoy, mañana y siempre- dije sonriendo, si me imaginaba una vida con ella a mi lado.

-Asi se habla ese es muestro
Alpha  y sobre todo ese nuestro mejor amigo que conocemos- dijo Federico desde la puerta.

Sonreí ante el pensamiento de tenerla siempre a mi lado y le daría el tiempo y espacio necesario para recuperarse a pesar de todo Santhiago tenía razón no tuvo que haber sido fácil para ella estar con él.

Hablamos de un millón de cosas contando las preocupaciones de la manada habrán sido más o menos una hora hasta que de pronto sonó la alarma y uno de mis guerreros entró al despacho a toda prisa.

-Señor nos atacan- dijo desde la puerta esperando sus órdenes.

-Saca a nuestras madres y mates de este lugar llévalas al refugio también ordena que todas las mujeres y niños también se refugian ¡rápido!- orden con tono Alpha Saliendo del despacho junto con me beta y delta pisándole los talones.

Casada con un virgenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora