Capítulo 33: Lo siento tanto.

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Multimedia la apariencia de Joseph antes y después.

Una vez salimos de la habitación caminamos lentamente por los pasillos tomados de la mano, era realmente precioso ese momento en el que nada ni nadie nos molestaba, esto ya no era un sueño o por lo menos no el que tuve una que otra vez estando lejos de él, esto era  realidad el estado junto a mí.

Al salir de la casa aún están todos silencio me pregunta dónde estarían todos pero en realidad no le tomé mucha importancia, el me miraba como si tuviera miedo de que desapareciera ante sus propios ojos y eso me hacía sentir culpable, culpable al dejarlo de esa forma, culpable al haberme alejado pensando que estaría bien porque así no sufriría ni él ni yo, no sabía lo completamente equivocada que estaba y egoístamente que había sido, no había visto que nos hacía daño a los dos al alejarme por miedo.

-¿Me muestras tu lobo?- pregunte con verdadera felicidad mientras me separa un poco de él sonreía por saber que él ya estaba conmigo pero aún así su semblante era serio.

-Claro pero no te asustes es un poco grande- Sus huesos empezaron a sonar su transformación fue bastante rápida, me dejaba totalmente sorprendida ya que era enorme y no sólo eso también era negro así como el mío y era precioso.

-Creo de todo corazón que somos el uno para el otro en más de un aspecto posible eres perfecto, eres hermoso y me encanta tu color- me acerqué un poco y él hizo lo mismo estuve a centímetros de él y lo acaricie, acaricie su enorme cabeza su pelaje era verdaderamente sedoso me gustaba mucho el poder tocarlo y al parecer a Joaquín también le gustaba tanto como a mi, me encantaba el calor que transmitía y su olor era esquisito.

-¿quieres ver que tan bien nos complementamos? Te encantará lo prometo- el la mía mi rostro a lo que me quiso decir que , me alejé un poco para así poder transformarme, mis huesos se empezaron a romper pero ya podía transformarme tan o más rápido que Joaquín.

Caminé alrededor de Joaquín ya transformada, su lobo y el mío eran del mismo tamaño y mismo color, empecé a soltar aún más mi olor me quedé frente a él y lame su cara así como él lo había hecho antes, el solamente estaba quieto sin hacer nada así que empecé a correr con el detrás de saltamos y jugamos por horas.

Cuando los primeros rayos de luz empezaron a aparecer decidimos volver a la manada para así poder ver a Álex Aishi y también al resto de los chicos que los extrañaba muchísimo, poco antes de llegar a casa Joaquín se volvió a transformar en humano sacó una bolsa con ropa desde el hueco de un árbol, lo miraba expectante me encantaba verlo desnudo ante mí.

Casada con un virgenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora