Capítulo 4: Encuentro.

3.3K 195 29
                                    

Al llegar al elevador delante de nosotros habían tres chicos a los que al principio ,no les puse demasiada atención los cuales el llegar el elevador subieron quedando detrás de Joseph y de mi.

Unos de los chicos me miraba mucho pero decidí ignorarlo ya que tenía que ajustar algunas cosas del plan.

-Ultima vez que te lo pregunto Samantha- dijo muy seriamente Joseph -¿Estas segura de lo que quieres hacer?-  preguntó más serio aún.

-Sumamente segura después de todo tengo que hacer algo para hacer pagar a ese hijo de puta- dije refiriéndome a Matthew con desprecio.

Sentía que me miraban intensamente, tan intensa que le excitación se apoderó de mi por un momento.

Era tanto que mire para saber cuál de los chicos era el que me miraba con tanta lujuria y un deseo incontrolable que transmitían en su mirada.

Era el chico que estaba en medio de los otros dos un chico sumamente guapo con más o menos unos 3 o 4 años menos que yo pero era alto y bien fornido.

¿Que les darán de comer a estos chicos hoy en día? Pensé con picardía por un momento se me olvidaba lo que iba hacer pero todo eso, se fue al momento en que las puertas del elevador se abrieron.

Cuando estaba por salir sentí un agarre en mi brazo fuerte pero gentil como si de una flor sumamente delicada pero con temor a perderla se tratase.

-No se que es lo que vas hacer, pero no lo hagas tengo la necesidad de detenerte- dijo el mismo chico que hace un momento atrás me miraba con intensidad, lujuria y deseo.

-Joaquin ¿qué es lo que te pasa?- pregunto uno de los chicos al costado.

-Santhiago ¡tu no te metas!- dijo el chico casi gritando aún me sostenía del brazo pero sin tanta fuerza -Y tu- dijo mirándome a los ojos -Por favor no lo hagas- termino diciendo el chico con cierta tristeza y angustia en sus ojos.

Algo muy extraño pasó en el momento que dijo esas palabra, por un solo segundo sus ojos cambiaron de color a uno amarillo para luego regresar al mismo hermoso color pardo que tenían antes.

-lo siento mucho, la verdad es que no te conozco, ni tu a mi pero tengo que hacerlo, ahí veces que la vida no se puede hacer de otra manera, o por lo menos tu no ves otra manera y como ahora no veo otra menos y me guste o no tengo que hacerlo- en ese momento caí en cuenta que le estaba dando explicaciones a un chico al cual no me conocía y tampoco tenía importancia en mi vida ni nada por el estilo.

Cerré los ojos y me solté de su agarre tan cálido,ya que aún me sujetaba del brazo.

Casada con un virgenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora