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- ¡¿Qué tú hiciste qué?!

Grito Taeil en pleno McDonald's, llamando la atención de los demás.

- Por dios Taeil hyung no grite.- regaño Donghyuck avergonzado.

- Si por favor.- murmuró Doyoung luego.

- ¿Pero es que a ti no te choca, Donghyuck? - pregunta Taeil, entrando en crisis.- Le dió una mamada a Jaehyun, ¡Una mama-

Donghyuck le tapó la boca, mientras que Doyoung se ventilaba con una mano.

- Pero Doyoung hyung.- llamo Donghyuck, recibiendo la atención del mayor.- ¿Jaehyun ya terminó con su hermano?

- Justo antes de ayer hablamos de eso-

- ¿Hablaban de eso mientras le dabas una mamada? - Taeil volvio a abrir la boca, recibiendo un golpe de Donghyuck.

- N-no , lo hablamos antes de... De eso.

- ¿Y? - Donghyuck lo miro fijamente. - ¿Ellos ya terminaron? - Donghyuck suspiro al ver la negación del mayor - No puedo creerlo hyung, no debió haber hecho eso.

- Lo sé, pero... Me puse mal, me enojo escucharlo.- Doyoung se froto el ojo, sintiendose frustrado - Ustedes no entienden.

- Siendo sincero, no. - dijo Donghyuck y sonrió alzando los hombros - Nunca haría eso con mi sunbaenim.

- Cállate, Donghyuck.- murmuró Taeil rodando los ojos, recibiendo una mirada enojada de Donghyuck.

- ¿Me estas callando, Moon?

- Sí, ¿No escuchaste, Lee?

- ¿Por qué me trata mal? Usted es cruel.

- Me cansa escucharte hablar de tu ridículo "sunbaenim".

- ¿Así que te cansa, Moon? Pues, ahora escucharás mi descripción de sunbaenim por veinteava vez en la semana.

- No otra vez, por favor.- pidió Doyoung con desgano.

- Sunbaenim es el alumno más estudioso de su salón, tiene unos ojos muy lindos y sexys, su piel es blanca, más blanca que la misma nieve. Cada vez que él pasa por mi lado me quedo sin aire, no puedo dejar de mirarlo. ¡Y es que el es perfecto! Por más que no haga más que asentir a mis saludos y luego ignorarme, yo-

- No dejaré de amarlo.- interrumpió Doyoung, rodando los ojos - Porque a pesar de los obstáculos yo-

- Seguiré luchando por mi querido y preciado sunbaenim.- terminó Taeil.

Donghyuck asintió emocionado, sonriendo ampliamente hacía sus hyung.

- Y hablando del rey de Roma, ¡Ahí está mi Sunbaenim! - chillo Donghyuck con una sonrisa, dirigiendo su dedo al mayor que entraba al lugar caminando despreocupadamente hacía la caja.

- Lee.- murmuró Doyoung - Si tú lo llamás yo te juro que-

- ¡Sunbaenim!

Taeil puso cara de que en cualquier momento se largaria a llorar de la frustración al ver que el joven llamado venía ahora hacía la mesa

- Donghyuck, ¿Qué pasa?

Doyoung se lamió el labio inferior nervioso.

El tipo tenía una voz un tanto grave, y por más que fuera un poco delgado y ligeramente más bajo que él, lo hacía sentir como una hormiga.

-¿Quiere almorzar con nosotros?

- Pero nosotros ya terminamos de comer, Donghyuck.- se interpuso Taeil.

tóxico ; jaedoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora