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- Doyoung, por favor, estoy llegando tarde. No puedo jugar contigo.

El menor se tapo la boca tratando de no soltar risas al escuchar la voz de su hermano. Apretó las zapatillas más a su pecho y se encogió en su lugar, detrás del sillón para que no lo encontrará.

Pero un grito salió de sus labios cuando Taeyong  apareció a su costado.

Se levantó en un salto, y comenzó a correr por toda la sala, siendo perseguido por el chico de veinte años. Cómo siempre, sus piernas no le jugaron bien y en menos de tres segundos cayó al sillón, siendo atrapado por los brazos de Taeyong.

Doyoung se retorció cuando su hermano comenzó a hacerle cosquillas, gritando entre carcajadas para que no le quitará el par de zapatillas que abrazaba fuertemente.

- ¡Taeyong hyung, ya no! - chilló sin parar de reír.- ¡No puedo respirar!

- ¡Te haré cosquillas hasta que te ahogues por rebelde!

Doyoung rio más fuerte, retorciéndose y pataleando, pero el cuerpo de su hermano podía controlar eso.

Por fin Taeyong le quitó las zapatillas y pudo respirar. Su pecho subía y bajaba a causa de la travesura que había hecho, mientras que su hermano mayor lo miraba con una sonrisa divertida.

- ¿No te cansas de comportarte como un niño de ocho años? - Doyoung nego con la cabeza.- Niño tonto.

Taeyong se sentó a su lado en el sillón para poder ponerse el calzado. Miró su reloj y suspiro al ver que llegaba tarde a su cita, otra vez, por las travesuras de Doyoung.

- Me tengo que ir.- el mayor sonrió antes de levantarse, pero una mano en su brazo lo detuvo.

Doyoung lo miraba con ojos suplicantes, haciendo un puchero típico de él y metiendo sus pies ligeramente.

- ¿Puedes esperar a que me duerma, por favor?

El mayor sonrió ligeramente, asintiendo y volviendo a su posición en el sillón. Doyoung de pronto se acurrucaba a su lado pidiendo que lo abrazara y acariciara su cabeza para poder conciliar el sueño; así lo hizo.

- ¿Por qué siempre haces ese tipo de cosas cuando salgo con Jaehyun? - dijo en un tono bajo, para que el menor pudiera dormir.

- Mmm.- Doyoung levantó los hombros.- Él no me agrada.

- No lo conoces.

- Su nombre no me agrada.

- Doyoung, eso no tiene sentido.

El menor rodó los ojos, sacándole una carcajada a su hermano y sonriendo al hacerlo.

- Tú novio de seguro es un enano feo.- Taeyong volvio a reir, y Doyoung sonrió, sintiéndose cálido al escuchar la rara risa de su hermano.

- Hoy le pediré que te deje vivir con él.

Taeyong sintió su corazón encogerse cuando vió como la sonrisa de su hermano menor desaparecía. Sabía perfectamente que Doyoung tenía miedo, que tenía inseguro y que le aterraba la idea de vivir con un extraño.

- ¿En serio te tienes que ir?

Taeyong le sonrió melancólico, dejando un pequeño beso en su frente para que no se pusiera triste. Odiaba ver a Doyoung triste. Él era el niño sensible, que lloraba por lo que sea, pero está vez no estaba llorando. Doyoung no soltaba ningúna lágrima simplemente lo miraba con miedo. Miedo a perder a su hermano.

tóxico ; jaedoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora