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- Hyung bonito, ¿Cuándo llegaste? Me quedé hasta tarde en el sillón y nada, ¿Tanto les faltaba para terminar la maqueta?

La voz de Hyuck lo hizo arrugar levemente su nariz, necesitaba dormir más. Sus ojos pesaban y escucharé al menor dar saltos alrededor de su habitación no era cómodo.

Al parecer Hyuck se había retirado luego de que no mostrara señal de vida, pero una medía hora, volvió.

- Hyung bonito, se está haciendo tarde.

Su cerebro le dijo que era mentira, que de seguro eran las seis de la mañana y Hyuck lo unico que quería era molestar.

Medía hora más, y Hyuck entro saltando a la habitación, tirando algunas cosas en su camino y sacudiéndolo levemente cuando llegó a su lado.

- Hyung, ya me voy, mi mamá dice que tomes el bus, adiosito.

Y esas palabras fueron suficientes para que Doyoung abriera los ojos.

Hoy era el último día del ciclo.

Hoy era el examen.

Empujó a Hyuck fuera de la habitación mientras que este mandaba besitos al aire. No sabe exactamente cómo fue que logró bañarse en menos de cinco minutos, y alistarse en diez. Pero eran las 7:56 a.m. Y pronto cerrarían la puerta.

No esperó el bus, simplemente corrió y corrió. Odiaba tanto correr, y más si el sol mañanero se asomaba burlonamente para hacerlo sudar.

En medio de su maratón, notó a Taeil caminar tranquilamente por el pavimento, con los audífonos puestos y tarareando alguna canción desconocida.

"¿Cómo es que puede estar al margen hasta en momentos desesperantes?" Pensó antes de acercarse al menor, tocando su hombro y recibiendo una mirada de desprecio por parte de Moon, la cual fue rápidamente cambiada al ver quién era.

El menor le dedicó una pequeña sonrisa, quitandola al mismo instante en dónde veía su cuello.

Mierda.

- Solo dime qué no es de él.- Doyoung se lamió los labios antes de desviar la mirada avergonzado.- Osea, te juro que si me dices que no fue con él, hasta soy capaz de aplaudirte.

- No me regañes, ya recibiré el sermón de Hyuck luego.

Taeil rodó los ojos, apresurando su paso y obligándolo a caminar más rápido. Se notaba que molestaba, a Taeil definitivamente le molestaba que las personas no tuvieran dignidad.

- Aunque sea te hubieras puesto maquillaje.- dijo sin mirarlo.- Los chupetones se ven horribles.

- Es porque a ti no te han hecho uno.

- Y tampoco quiero que me lo hagan, gracias.

Doyoung formó un mohin como respuesta, sacando su tarjeta al llegar a la puerta de la institución.

Ambos caminaron al salón aún con toda la manada de alumnos en los pasillos. Aquellos lugares eran de simplemente incómodos, y más cuando estaban los futbolistas.

Al llegar al salón, vieron al menor de los tres leyendo su libro rápidamente, como si de esa forma fuera a aprenderse todas las fórmulas de álgebra que tenían para ese examen.

Donghyuck levanto la mirada, sonriendo y dando pequeños aplausos como su hubieran logrado algo. Pero todo se detuvo al notarle algo a Doyoung, frunciendo el ceño.

El menor se levantó, acercándose a ambos mientras observaba el alrededor del salón.

- Un momento, estoy buscando.- murmuró, observando el lugar.

tóxico ; jaedoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora