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- ¿Y el asesino? ¿No sé supone que lo tienen que revelar ahora? Esta película es una farsa.

- Es tonto pedir que lo digan directamente, es demasiado obvio que es la madre.

Hyuck miró con desprecio a Taeil.- La pizza su la pedi.- dijo, antes de meterse un pedazo a la boca.

Doyoung sonrió. Había pasado un buen tiempo luego de que los tres la pasaron juntos, y bien, sin preocupaciones. Los créditos por fin terminaron, en el mismo momento dónde la señora Sunha traía una bandeja con el cheesecake de sauco, juntos a tres pequeños platos.

- Tú mamá llamó, Donghyuck.- avisó la mujer, sirviendo el postre frente la atenta mirada de lo tres jóvenes.- Dijo que hoy tenían un buffet mandarín en el hotel principal.

- Uh, yo le dije que hoy haría pijamada con Taeil hyung.

- ¿Pijamada? - Donghyuck lo miró, asintiendo energéticamente.- Pero... Yo tendré visitas.

- Si esa visita es tu novio, no cuenta.

- Donghyuck, él también quiere pasar tiempo con su novio.

Taeil ladeó el rostro a la izquierda, tratando de que sus amigos no notaran sus mejillas. Era incómodo que ambos reconocieran la relación que tenía con el mayor, demasiado.

Que lo llamaran como "su novio". ¿Por qué no simplemente le decían Johnny? Era más corto y más normal.

Uhum.

- ¿En serio quieres que nos vayamos?

- No es eso, Donghyuck, pero es molesto si se quedan y-

- Ya está, nos estás botando, Moon.

- Te estoy diciendo que no, Lee.

- Es lo que nos tratas de decir, Moon.

- Bueno, estoy muy seguro que no estás en contra de tener que ir a ese buffet, Lee.

- Para tu información, estaba haciendo dieta, Moon.

- Que gran dato-

- ¿Y si nos vamos y te alistas para ese noviecito tuyo?

Doyoung esquivó el cojín que tiró Taeil, soltándo una risa traviesa antes de levantarse, jalando a Donghyuck con él.

- Que te vaya bien.

- Jódanse.

Ambos amigos rieron una vez más, cerrando la puerta de la mansión con fuerza.

- ¿Cómo es eso, nene?

- Nana.

Sunha sonrió agraciada con la quejar del menor, levantando el cheesecake de la mesa central y llevándolo a la cocina. Antes de que Taeil se diera cuenta, su nana ya le estaba dando un beso en la frente, despidiéndose de él.

Okay, no había necesidad de ponerse nervioso.

Solo era Johnny.

Luego de dos semanas.

En su casa.

Él reloj señaló "19:18" y arrastró sus pantuflas hasta la puerta abriéndola y evitando sonreír al ver al mayor ahí, con su sonrisa linda y un regalo en mano. Las ganas de abrazarlo se hicieron inmensas, siendo obligado a cruzarse de brazos para no verse tan meloso.

- Mis padres te mandan esto.

- Creí que era tu regalo.

- Soy tu enamorado, ¿Eso no es suficiente?

tóxico ; jaedoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora