- Joven, ¿Quiere apurarse? Estoy en las justas con el tiempo. Por dios que barbaridad.
Doyoung suspiró nervioso, la pantalla seguía en negro. ¿Cómo se supone que tenía que repasar eso? La cola de hacía cada vez más grande y él solo podía sentir nervios.
- Tenía que ser nuevo.
- ¿Por qué demora tanto?
- Mamá, ya me quiero ir.
- Mejor compremos en otro lugar.
"No entres en pánico, un momento y prende."
Tal vez ser cajero no fue la mejor idea, pero necesitaba el dinero si quería vivir independientemente.
Además ese trabajo le trajo buenas cosas, como dormir a la hora que quiere, ser libre, o recibir halagos de Taeyong. Llevaba un mes y se estaba acoplando.
Pero justo ahora se arrepentía, las personas estaban perdiendo la paciencia y aquellas señoras de aproximadamente cuarenta años parecían querer tirarse encima de él.
¿Por qué demoras?
Doyoung miró al joven chico que parecía venir del final de la cola, el tipo parecía apurado, pero aún así usó un tono amable.
- Perdón, la máquina de pronto se apagó y–
- Déjame ver.- el chico de suaves mejillas lo miro inseguro.- Soy técnico.
Doyoung asintió.
Dios, su jefe lo regañaría; aquel chico podía ser un ladrón guapo con cara de inocente. Definitivamente estaría en problemas.
Bueno, en realidad, ya lo está, no hay nada que perder.
Doyoung miró como presionaba las teclas de forma rápida, y en menos de veinte segundos, la bendita máquina volvía a perderse y casi se larga a llorar de la satisfacción.
- Oh por dios, gracias, gracias, gracias.- su sonrisa se manifestó con emoción.- ¿Quieres qué te pague? Uhm, ¿Cuánto quieres?
- No, tranquilo.- el castaño le sonrió amable.- Solo atiende rápido antes de que la gente se te tire encima.
•••
- ¿Cómo te fue ayer?
- Bien, supongo.
Donghyuck alzó una ceja con duda, y Doyoung se lamió los labios con resignación. Tendría que contarle.
- La máquina se malogró.
- Que más.
- Casi me matan.
- Y...
- Ví a Jaehyun.
- Oh.
Donghyuck se quedó en silencio, manteniéndose incómodo al notar el rostro entristecido del mayor.
- Quiero sacarlo de mi cabeza, pero siempre lo veo, ya sea en la cafetería, en el parque, en el bus. Siempre lo encuentro y no ayuda.
- Hyung, ya h pasado un mes y él ni siquiera te ha buscado.
¿Cómo es que sigue invadiendo tus pensamientos? Ni siquiera se esfuerza.- Soy un débil y–
- No eres débil, eres idiota.
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tóxico ; jaedo
Fiksi Penggemar"¿Es tu compañero de apartamento?" "Sí, aunque parezcamos completos desconocidos." "Los desconocidos no se comen la boca atrás de las gradas en educación física." "Necesito un golpe, cariño, dámelo." Susurró dentro de la habitación - Alteración...