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- ¿Puedo sentarme aquí?

Doyoung levanto la mirada, encontrándose con la delgada chica de cabello corto.

"No" debería ser su respuesta antipática, pero no pudo al ver aquellos ojos suplicantes.

- Está bien.

Yujin sonrió emocionada, sentándose en frente de él en la mesa de la biblioteca. Aquella chica apoyó su mentón en una mano, mirando atentamente cómo leía.

- ¿Qué quieres? - murmuró intimidado, sin cerrar el libro.

- ¿Por qué estás estudiando?

- Tengo examen.

- Mentiraaaa, sé el horario de tu salón, y hoy no tienes ninguna prueba.

Doyoung frunció el ceño.- ¿Por qué te sabes el horario?

- Alguien de tu salón me gusta.- Yujin sonrió avergonzada.- Y no me preguntes quien es, porque no te lo diré.

- Igual ni siquiera quería saberlo.

Yujin soltó una risilla, meciendo sus pies al mismo instante dónde sacaba una cajita de leche de avellanas.

- Te ví un poco deprimido.- dijo, extendiendole aquella bebida.- Acepta mi regalo.

- Gracias.

Doyoung metió el sorbete que venía con la cajita rápidamente, se moría de hambre, pero no tenía las suficientes ganas de ir a la cafetería y comprarse algo.

- Te ves guapo cuando estás deprimido.- el mayor la miró con una ceja alzada.- ¡Es que en serio eres guapo! Te admiro.

- ¿Qué estás buscando con todo esto?

- Quiero ser tu amiga.- la menor se apretó las mejillas emocionada.- Me agradas demasiado, ¡Y eres guapo! Además, eres misterioso, ¡Y guapo! Cuando comes en el receso con tus amigos, te ves demasiado tierno, ¡Y guapo! Uhm, Yuna te tiene algo así como envidia, pero parece que a ti no te importa, eres inteligente ¿Ya te dije que eres guapo?

Fue inevitable que Doyoung sonriera ante el comportamiento de la menor, negando mientras que se metía el sorbete a la boca para comenzar a tomar de la bebida m

- ¿Y qué tal te va con ese tal Jaehyun?

Clavó.

Doyoung evitó la mirada de aquella chica, jugando con las páginas del libro y sin quitarse el sorbete de los labios de.

- Si no lo quieres decir, está bien.- Yujin sonrió tranquila.- Ya sabes, aún falta que agarremos confíanza, ¡Cuando seamos amigos, no de valdrá tener secretos!

- No te dije que seríamos amigos.

- Caerás en mis encantos, yo lo sé.- Yujin guiñó torpemente.- Mientras, sigue siendo frío y antipático conmigo, yo lo puedo soportar ¡Soporto a Yuna! Puedo soportar lo que sea.

El mayor rodó los ojos, aún sonriendo. Yujin era raramente agradable, con esa aura tímida a comienzos para luego cambiar a una faceta fresca y preocupada.

- ¿No deberías estar con Yuna?

- Ella me dijo que hoy se iría temprano.- formó un mohín distraídamente.- Estaré sola todo el día.

- Puedes sentarte conmigo en el almuerzo.

A la menor le brillaron los ojos, sonriendo alegremente y dando un pequeño aplauso.

- Lo sabía, caerías en mis encantos.- ellas se quitó el cabello de los hombros hacía atrás.- Lo tengo todo calculado, Kim Doyoung.

- Si estarás con ese ego, entonces mejor retiro mi propuesta.

tóxico ; jaedoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora