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- Discúlpame.

Doyoung ignoro las palabras de su hermano mayor, encogiendose en el sillón mientras jugaba con su celular.

Eran las once de la mañana, y no había nada que hacer, sus vacaciones de una semana terminarían pronto, y tenía que aprovechar su tiempo en avanzar de nivel en aquel videojuego.

Él no se podía quedar simplemente ahí.

- Doyoung, por favor.- insistió taeyong al pie del sillón, sin dejar de ser ignorado por el menor - ¿En serio seguiras enojado?

- Ayer me dijiste cosas asquerosas, no me hables.

- Ayer-

- No me importa, y no me hables. Estoy tratando de avanzar de nivel.

Doyoung gruñó cuando el celular fue quitado de sus manos, mirando de manera enojada a su hermano.

- Devuélvemelo.

- No, hasta que hablemos.

- Hablemos más rato, esto es importante.

- ¿Avanzar de nivel es más importante que estar conmigo? - Taeyong noto como el menor se ponía palido, el polo gigante que usaba se levantaba más de lo debido al encogerse, y como la belleza que heredaron de sus padres relucía aún si estaban en el peor estado.

- No digas esas cosas.

- ¿Jh? ¿Por qué? ¿Tan dificil es elejir? - Taeyong le sonrió divertido- ¿Acaso tú nuevo juguete es más importante que yo?

Doyoung se levantó del sillón, acomodando su polo que se había alzado más de lo normal y sintiendo el frío en sus piernas desnudas.

El no quería estar peleado con Taeyong.

El seguía herido, sabía perfectamente que Taeyong no quiso decir eso. Por Dios, Taeyong era la persona más admirable del mundo para Doyoung. Sacarlo adelante con las deudas de por medio, que lo criara cuando estaba en una edad complicada, aguantar sus caprichos y aguantarlo a el también.

Taeyong siempre fue esa persona que sería su ejemplo a seguir.

No entendía como fué que el mayor explotó el día anterior, cuando siempre fue una persona pacifica y amorosa, Taeyong siempre fue un ángel.

Tae siempre fue la persona más linda interna y externamente que conociera en la faz de la tierra. Estar peleado con el era como asegurar un boleto al infierno m

¿Quien estaría peleado con un ángel?

Tal vez todos sus pensamientos eran tontos.

Se abalanzó al mayor, escondiéndose en los brazos de su hermano como cuando era un niño de doce años que lloraba al recibir la noticia de que sus padres habían muerto.

- Perdón.- susurró el mayor explotó acariciando la espalda de Doyoung - No sé qué me pasó ayer, yo-

- No importa, hyung.- murmuró Doyoung, apoyando la cabeza en el hombro del mayor - Eso ya pasó.

- Eres el mejor hermano que pude tener en mi vida.

- Fui una carga todo este tiempo.

- Fuiste un motor. Yo simplemente me hubiera quedado llorando en la habitación, pero por ti fui alguien más responsable y trabajador.- Taeyong suspiro cuando sintió su hombro comenzando aa mojarse con lágrimas - Doyoung, todo lo que te dije ayer no fue cierto.

- Es que yo se muy bien lo que soy.- sollozó en el abrazo, aferrándose al cuerpo del mayor.- Soy una basura, hyung.

Taeyong beso la cabeza del menor, sintiendo y haciendo el lo mismo que el día de la tragedia. Temor, tristeza, desconsuelo, y desorientación.

Pero al igual que aquel día, vió a uno de sus guías.

Jaehyun, parado en la puerta de la entrada con una pequeña sonrisa.

Era una pena que esta sonrisa no le haya transmitido paz.

•••

- Y no lo sé, el chico ese era guapo. Mi sunbaenim se veía feliz y bien bobo por él.- murmuró hyuck, tomando un sorbo de su malteada.

- Te dije que no te encapricharas con él, Donghyuck.- dijo Taeil negando - Sabía desde el principio que todo terminaría mal.

- Ya, hyung. ¿Para eso me invitaste a comer? Se muy bien que todo se malogro con mi sunbaenim, no es necesario que me lo recalques.- Donghyuck mastico una galleta enojado.

- No, yo te quería decir algo.

Lee asintió interesado, mientras el mayor miraba por encima de su hombro al chico peli rojo quien parecía darle ánimos a lo lejos.

Johnny lo estaba apoyando.

- Nosotros somos amigos desde hace tiempo.

- Ajá.

- Y no creo que seas idiota como para no darte cuenta de mis intenciones.

- Yo soy muy idiota, hyung.

- ¿Tanto?

- Bueno, no tanto.- Donghyuck sorbio de nuevo, mirando el platillo de galletas - Hyung, yo siempre he sido una persona enamoradiza, todos me terminan gustando. Doyoung hyung me gusto un tiempo, usted me gustó por un tiempo, todas las personas que usted menos cree, me terminaron gustando por lo menos un día, pero cuando me dejan de gustar, definitivamente me dejan de gustar. Si usted quiere empezar una relación conmigo, yo-

- Me gustas mucho.- Taeil sintió su alma salir de su cuerpo al decir esas palabras.

Estaba tan avergonzado.

- Me gustas, yo... No sé si es un capricho, o si en serio estoy enamorado, pero a diferencia tuya, muy pocas personas me han atraído.- Taeil lamió sus labios que empezaban a secarse por los nervios - Hyuck, yo quiero que lo intentemos, no te pediré que nos besemos o que actuemos como novios, pero me gustaría que por lo menos me reserves un espacio.

- Hyung...

Lee hizo una mueca triste, el no quería perder su amistad con Taeil lamió, definitivamente no. Ya había perdido a su sunbaenim, no podía perder a su amigo.

- Está bien.

- ¿En serio? - una pequeña sonrisa se formaba en los labios del mayor.

- Si, intentemoslo. No perderemos nada.

Taeil evito las ganas de sonreír más, viendo como el menor abrió los brazos para abrazarlo.

Definitivamente no le negó esa acción.

Ambos se abrazaron en medio de aquella pastelería, donde Donghyuck se sentía aliviado al no perder otra persona más que quiere, y dónde  Taeil miraba sobre el hombro del menor a su "amigo" que estaba sentado a unas mesas de ellos.

Johnny le sonrió de forma tranquila mientras jugaba con las galletas de cortesía que le habían traido los meseros. Mirando el abrazo de la nueva "pareja" y sintiéndose bien por Taeil.

Se sentía bien.

Se sentía bien de ver a Taeil sonreír emocionado, verlo en ese estado de alegría cuando en todas sus reuniones estaba de mal humor.

Se sentía bien verlo feliz.

" — El me gusta.

— Entonces ve por el, Taeil. Lo peor que puedes hacer en estos momentos es quedarte con las ganas de decir lo que sientes.

—¿Estás seguro de esto? — Johnny lo miro por unos segundos, notando el miedo en los ojos del menor.— ¿Estás seguro de que es el mejor?

— Es lo mejor, ve por el.— Johnny sonrió acariciando distraídamente el cabello del menor como si fuera un niño.— No seas como yo."

No hay nada más doloroso que ver algo que te lastima y tener que sonreir.


tóxico ; jaedoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora