MCs ➳ Jimsu

07

Después de que terminara el beso, ambos se separaron lentamente. Jimin aún seguía con sus manos puestas en el rostro de Yoongi, mientras que este tenía las suyas en los hombros del contrario. Al abrir sus ojos, se quedaron embelesados por la mirada del otro, el rojo hipnotizado por el gris y viceversa. Ambos con ese anhelo de querer repetir lo que había pasado hace unos momentos. Sin embargo, solo se mantuvieron a meros centímetros de distancia sin decir nada.

Y como siempre pasaba cuando estaban juntos, comenzaron a sentir la felicidad de sus lobos recorrer en su interior

—Omega...

—Simplemente no digas nada —El pelinegro suspiró, para luego darle un corto beso en los labios a un Jimin muy sorprendido. Mostró una pequeña sonrisa tímida—. Al fin y al cabo, nuestras compañías acordaron que seamos una pareja o pretendamos serlo en las grabaciones, así que... supongo que no habrá problema si en verdad somos una, ¿no?

El alfa ante esa respuesta soltó una carcajada de júbilo y se lanzó encima del omega tumbándolo por completo en el mueble para abrazarlo. Apoyó su cabeza en el pecho de el de tez más clara, disfrutando del calor corporal del contrario con sus brazos aún alrededor de su torso, y con una sonrisa plena dibujada en su rostro.

En cambio, Yoongi se permitió relajarse un poco y bajar sus murallas para devolverle tímidamente esos cariños y hasta hacerle "piojito" en sus cabellos rubios con ambas manos. Aparentemente relajado, pero su interior era un lío de nervios que aumentaban a medida que pasaban los segundos.

Ambos se quedaron de esa manera dejando que el tiempo vuele, solo siendo ellos dos.

Bueno, eso fue hasta que el alfa intentó probar su suerte.

—Manos donde las pueda ver, vaquero —advirtió Yoongi con una voz calmada al sentir unos pequeños y rechonchos deditos que intentaban meterse dentro de su playera.

—Le quitas lo divertido a la vida —refunfuñó con un puchero el alfa para luego volver a dormitar en el pecho cálido del omega. Le daba mucha paz estar de esa manera.

Sin embargo, no fue por mucho.

Se escuchó un estruendo que rompió todo ese ambiente cálido y relajante de la pareja. Dando paso a un excéntrico chico de cabellos platinos.

—¡LLEGÓ POR QUIEN LLORABAS, MI AMOR! —gritó eufórico, pero al recibir un codazo de quien estaba atrás de él, rio nerviosamente—. Digo... ex amor —corrigió rápidamente—, por si no lo sabías... ¡Encontré a mi omega! ¡Tada~! —Se apartó para dejar a la vista a un chico alto con cabellos castaños que saludó tímidamente al otro omega—. Sé que prometí ser tu alfa, morderte, casarnos, tener diez hijos y blah, blah, blah.

—Siempre tuve la esperanza de que te rindieras —respondió con sinceridad Yoongi.

—Bueno, ya no me importa, porque ya encontré a alguien que sí me quiere y no se hace de rogar —Taehyung sacó su lengua burlonamente y se subió a la espalda de su acompañante—. Este es Jungkook, mi pareja. Lo conocí esta mañana y nos casaremos al amanecer ­—Con lo último se pudo apreciar como el mencionado se sonrojaba dejando a la vista sus mejillas rojas con una sonrisita de felicidad.

Jimin estaba distraído apreciando a su omega, que no le había prestado atención a las otras dos personas que aparecieron. Fue grande su sorpresa al ver que se trataba de Jungkook, también saber que Yoongi y Taehyung ya se conocían.

Parecían que eran muy buenos amigos.

—No jodas, Kook, qué asco, pensé que tenías mejores gustos —mencionó Jimin con una mueca de desagrado.