Extra: Rechazo y nuevo amor

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Seulgi se había levantado temprano, muy temprano. Ella acostumbraba a dormir hasta la tarde, según su papi Yoongi eso la hacía la más tranquila entre sus hermanas, porque según él, las mayores siempre a su edad los llamaban mucho y lloraban. En cambio, ella solo dormía al sentir su cuerpo hacer contacto con una superficie suave.

Era una buena niña según sus papis.

Pero necesitaba comer, tenía hambre. Así que fue al cuarto de sus papis, sorprendentemente este tenía la puerta abierta, siempre estaba cerrada con llave, se debía tocar, pero... que no esté sin seguro significaba que nada malo había ahí, ¿No?

Dentro de su cabecita sí, era así.

Entonces abrió por completo la puerta. Seulgi estaba confundida, no estaban sus papis, o bueno, no a la vista. Solo veía que la sábana los cubría por completo, pero está estaba alzada, similar a un bulto grande, como cuando ella hacía sus pijamadas y estaba con sus amigas viendo videos de animalitos en YouTube. Excepto de ovejas, desde la vez que en un viaje a Holanda una oveja la golpeó y mordió, ya no le gustaban tanto.

El punto era que cuando veía los videos con sus amigas, ellas estaban quietas. No moviéndose.

No entendía por qué el bulto se movía de adelante hacia atrás frenéticamente. Menos por qué escuchaba a su papi Yoongi quejarse de una manera un tanto extraña. Ella solo se reía con sus amigas, nada más ¿Qué tanto hacían?

Como la buena niña que era, se quedó ahí parada, hasta que luego de unos minutos paró todo movimiento.

—¡PAPIS! —gritó haciendo que los aludidos salieran de su escondite.

«¿Por qué lucen asustados y agitados?»

—¡Se-Seulgi! ¿Qué haces aquí? —preguntó el omega, quien estaba sin aliento y pasmado.

—Tengo hambre ¿Puede papi Jimin hacerme panqueques?

—Uh... cachorra, lo haría... pero, por el momento no puedo moverme —respondió Jimin, era verdad, no podía moverse. Había anudado en Yoongi recientemente y debía esperar a que baje la hinchazón, o si no, lo lastimaría.

—¿Por qué? —preguntó en su inocencia.

—Yoojung tiene esas galletas que tanto te gustan, ve y pídele ¿Sí? —respondió el alfa cambiando el tema abruptamente. Estaba nervioso, agradecía que su cachorra no se hacía ni una idea de la situación.

La pequeña de ojos felinos aceptó luego de un rato y decidió irse. Escuchó el suspiro de alivio de sus papis, pero no opinó nada.

Quería galletas.

Bajó a la velocidad de la luz las escaleras, casi yendo de bruces. Miró a su objetivo distraída en su celular. De seguro hablando con la alfa Kim.

Doyeon le caía bien, la aprobaba. También a Loren, aunque no estaba muy segura si él sentía lo mismo que su hermana.

—¿Qué es ese olor? —Seulgi giró en dirección a Rosé, quien comenzó a inhalar profundamente, lo cual llamó la atención de Yoojung. Ella también comenzó a tratar de captar ese extraño olor.

—¿Cuál olor? —interrogó la menor.

Rosé se acercó cautelosa y agarró uno de los largos cabellos noche. Abrió sorprendida sus orbes cielo.

—¿De dónde vienes?

—Del cuarto de nuestros padres.

Sí, eso respondió el por qué Rosé sentía el olor de sus progenitores tan fuerte y con cierto tono sexual. Seulgi a pesar de haberse presentado como alfa hace unos meses, seguía siendo una niña, por lo que sus sentidos no estaban desarrollados. Su presentación fue por la necesidad de protegerla.

Favor, se paga con favor.

—¿Esos son piojos? —cuestionó tomando otro mechón.

—¡NO SEAS MENTIROSA NO TENGO PIOJOS! —gritó con pánico Seulgi. Una compañera de su salón tuvo piojos, ella no. ¡Se aseguró de que no!

—¿Y esto? —Mostró su yema, el cual no tenía nada, pero Seulgi estaba demasiado preocupada para notarlo.

—¡MIENTES! —vociferó poniendo sus manos sobre su cuero cabelludo, aguantando las lágrimas.

—Seulgi tiene piojos, Seulgi tiene piojos ¡Piojosa! —gritó la rubia con burla en la cara de la morena quien tenía sus ojitos negros brillosos.

Ambas Park vieron como la menor se iba corriendo entre sollozos al baño. De seguro y se demoraba tres horas tomando una ducha. También era un hecho que ya no habría shampoo.

—¿Por qué le hiciste eso? ¡Fue cruel! —reclamó Yoojung.

—¿Querías explicarle lo que estaban haciendo acaso? ¿Le ibas a decir tú?

—No, pero...

—Entonces no te quejes, es mejor que piense que tiene piojos a que sepa que ellos, estaban haciendo eso —La rubia se quedó callada hasta que puso una cara de disgusto—. ¡IUGH! —gritó escandalizada—. Papá Yoongi tiene cuarenta y cinco años y sigue haciendo esas cosas ¡A-S-C-O!

—No sé de qué te sorprendes, ellos tienen sus días donde desaparecen por completo.

—Son noches románticas, como la vez que lo llevó a Paris y en la noche, cerca de la torre Eiffel, apareció escrito en el cielo cuánto lo amaba —Suspiró enamorada—. Cómo quisiera que Loren me llevara a cenar a la luz de la luna en Francia —La castañita agarró a la más alta antes de que cayera.

—Loren es un vago, bueno para nada —respondió Yoojung segura.

—¡No es un vago! Está en la universidad —refutó indignada—. Va a ser filósofo ¿No es lindo acaso?

—Estudia filosofía porque vio Naruto ¡Es un hippie bueno para nada!

Ambas Park escucharon el sonido del timbre de la casa. Rosé fue corriendo rápidamente para alcanzarlo, pero se tomó un tiempo antes de abrir la puerta.

A Yoojung no le agradaba Loren, no sabía qué le veía su hermana a ese tipejo.

—Hey, mini señor Park. ¿Por qué estás frunciendo tu ceño? No lo hagas —habló el alfa.

—¡NO ME DIGAS QUE HACER! —gritó furiosa Yoojung.

—A esto me refiero con que te saldrán arrugas si sigues con ese carácter

—¡Ah! —exclamó preocupada tocándose su cara—. ¿Cómo me verá Doyeonie?

Miró con horror la cara de su hermana mayor. Si de por sí, a Rosé le gustaba molestar a todo ser viviente, cuando tenía cierta información "relevante", eso era aún peor.

—"Doyeonie"—canturreó con burla—, a nuestra pequeña Yoojung le gusta. ¿Si le digo al tío Jin, te ayudará?

—¡Cállate que a ti te gusta Loren!

Todos quedaron en silencio ante esa revelación. Yoojung tapó su boca asustada, ya veía cómo los siguientes días se volvían un infierno.

—Uh, Rosé —llamó el alfa—, lo siento, pero...

—Hermano, ¿Dónde dejaste mi...? —La chica paró de hablar cuando sintió un aroma hipnotizante.

Rosé se asustó al sentir a su omega interior aullar de felicidad, por la vista de esa chica alta en su casa.

—¡Oye! ¿Cómo me encontraste? —reclamó Loren a su hermana, ignorante de lo que sucedía.

—Hola, soy Lisa —Se presentó la otra pelinegra, ignorando a su hermano. Su lobo interior le decía que esa omega de bonitos ojos era su mate.

—¿L-Lisa? —Esto no era nada bueno—. ¡Casa equivocada! —gritó con un poco de pánico en su voz.

Yoojung también estaba sorprendida.

—O-oye, hermana... ¿No era Lisa la alfa con la que Jennie estaba saliendo?

—¡Cállate! Aquí no pasó nada ¿Entendiste?

La omega más baja solo asintió, sentía como su hermana estaba exasperada. Si era cómo creía, lo más probable es que habría problemas.

MCs ➳ JimsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora