MCs ➳ Jimsu

08

Hoy es el día.

Finalmente grabaría su primera transmisión en vivo junto a su pareja. A pesar de que Jimin le hubiera dado consejos para poder manejarlo él aún sentía nervios. Demasiados para su gusto y tenía sentido, ya que no tenía experiencia alguna.

Una cosa era rapear en un concierto y otra era ser un presentador que debía tener cierto carisma al interactuar con otros artistas que no conocía.

Tampoco era como si él fuera la persona más sociable y amable del mundo.

—Recuerda, Yoongi. No debes arruinarlo, que de tu actuación de hoy, va a depender la frecuencia con la que pises un escenario de nuevo... ¿Me entendiste? —Su mánager le apretó con un poco de fuerza su hombro recalcando lo anteriormente dicho.

Él solo se limitó a asentir y acomodarse la boina mientras se miraba en el espejo.

Odiaba a ese beta. Igual, no podía hacer mucho para cambiar algo al respecto, porque no tenía mucho tiempo desde su debut y su empresa no iba a tomarlo en cuenta hasta que lograse tener más logros y premios, al igual que hasta les hiciera ganar más dinero, no estaba mal en las ventas, pero aún no era lo suficientemente impresionante.

Era un alivio que él y Jimin sí se gustasen, porque no se imaginaba engañarlo e ilusionarlo solo por una maldita estrategia de su mánager. No le gustaba para nada esa mentalidad.

El omega no se imaginaba haciéndolo tampoco.

—No sé cómo lo hiciste, pero debemos aprovechar que ese tonto está coladito por ti —dijo feliz, al mismo tiempo que le abrió unos botones de su camisa e hizo un gesto de satisfacción al ver que mostraba más piel—. Listo, ahora sí puedes salir.

Yoongi solo suspiró, en verdad que esta situación lo tenía un tanto harto.

—He oído que Hoseok va a hacer su comeback hoy, así que... solo juguetea con él un poco. Dicen que es muy enamoradizo y tú eres un encanto. Confío en ti.

«No debería...»

—Gracias por los consejos... supongo, pero ya es hora de que salga a escena —Se levantó de su asiento y cerró uno de los botones de su camisa—. Con permiso.

El pelinegro estaba molesto, no sabía cómo él se había enterado de eso. Era consciente de que su mánager iba a salir con uno de sus tontos planes de seducción, que inevitablemente lo hacían a él el personaje principal. Siempre era lo mismo, él debía coquetear y no quería eso, tampoco era bueno coqueteando, no le nacía. Además, ya tenía a su alfa y no le importaba otro más que su rubio.

«Ugh, qué mierda de situación»

Cuando ya había terminado de recorrer los pasillos e iba a abrir la puerta del set de grabación, sintió que alguien le abrazaba por la espalda, y cuando vio unos brazos un poco bronceados y tonificados, el omega no dudó ni un poquito en corresponder con cariño el gesto. Rio levemente al sentir unas tiernas manitos que comenzaron a sobar con delicadeza su abdomen, como le gustaba hacérselo él mismo. Para finalizar, esa misma persona apachurró su mejilla contra la suya juguetonamente. Fue inevitable sonreír como un tonto.

No era necesario voltearse para saber que se trataba Jimin. Aún seguía sin saber cómo su lobo aparecía de la nada cuando el alfa estaba a su alrededor, dejando sin efecto esas pastillas especiales que obligatoriamente consumía cada día.

No le importaba sinceramente. Se sentía bien.

—¿Cómo está el omega más hermoso del mundo? —preguntó para luego darle un besito rápido en los labios.

—Con sueño, hambre y molesto.

—No te preocupes, retrasaron la grabación y comenzaremos en media hora. Así que podemos ir por unos bocadillos —Jimin pasó sus brazos sobre los hombros de Yoongi, apegándolo a su cuerpo para finalmente guiarlo al comedor principal.