MCs ➳ Jimsu

Final

—¿Me puedes decir a dónde me llevas? —preguntó aburrido Yoongi al ser jalado por el alfa de metro ochenta a la Diosa solo sabe dónde.

La verdad es que ni bien despertó, no encontró a Jimin en su lado de la cama, ni por ningún otro de la casa; lo cual era extraño. No contestaba sus mensajes, ni llamadas y cuando le marcó a su mánager, este lo mandó al buzón de voz. Sin contar que su querida suegra se iba por la tangente y tampoco le daba respuesta alguna. Vieja alcahueta, ella sí sabía el paradero de su hijo, pero igualmente no se lo dijo.

Estaba molesto.

—¿Acaso no confías en tu mejor amigo de toda la vida? —cuestionó indignado el alfa de cabellos platinos.

—No sé —contestó tajante. Tampoco Taehyung le quiso decir algo por más que insistió. Solo apareció en su casa y se lo llevó, con la condición de que estuviera presentable.

Lo mandó al diablo.

—¿No confías en Namie? —cuestionó con un puchero pronunciado.

—En él sí, pero está con Seokjin y lo puede manipular —respondió, encogiéndose de hombros, y era cierto, por más que Nam estuviera de su lado, el alfa mayor era bueno persuadiendo a cualquiera. Más a su omega.

—¡Te escuché! —gritó un muy enfadado Seokjin que apareció literalmente de la nada.

Yoongi llevó una mano en su corazón al escuchar el grito del alfa mayor, quien se acercaba a pisotones molesto. No sabía que él estaba con ellos, porque para comenzar no sabía ni qué hacía él mismo aquí.

Solo atinó por mirar furioso a Taehyung. Él no le había dicho que también estaría el alfa. Grande fue su sorpresa al escuchar un chillido molesto.

Volteó su cabeza al lado contrario y vio a su sobrina con Nam y Jungkook.

¿Qué hacían todos aquí? Solo faltaba...

—Hey, Yoongi. Cuanto tiempo —Escuchó una voz alegre a su tras.

Y ahí estaba Hoseok.

—¿Qué planean? —preguntó cauteloso, que todos estén reunidos aquí no era una coincidencia, en ningún sentido. Menos que el único ausente sea su alfa.

—Nada —dijeron a unísono.

—¿Se supone que les crea? —Yoongi puso sus manos sobre su cintura, encarándolos directamente.

Él no era un iluso. Podía leer en sus rostros que claramente estaban en algo que lo involucraba a él.

—Bueno, si tanto quieres saberlo... ¿Por qué no te paras debajo del reflector que casualmente está en el medio y lo averiguas por ti mismo?

El omega pelinegro observó con indignación el lugar que le señaló Seokjin con un movimiento de cabeza. ¿Qué carajos...?

Debía ser una maldita broma.

—¿Y si no quiero qué?

—Pues nunca sabrás la respuesta —El alfa pelinegro se encogió de hombros con autosuficiencia.

Ese desgraciado sabía que tenía toda la razón, como siempre, para variar. Así que un poco molesto por aceptar, el omega se paró en donde se le fue indicado, esperando lo que sea que tenía que esperar.

Ugh, esperaba que fuera bueno.

Se sorprendió al escuchar el sonido de una guitarra sonar, dando origen a unos relajantes acordes, el inicio de una balada. Miró sorprendido a sus amigos y al ver sus rostros emocionados, todos asintiendo, la expectativa se elevó como la espuma en su interior. Yoongi sintió a su lobo tan nervioso como él por lo que vendría. Volvió a centrar su atención por donde se oían las notas musicales y en ese momento apareció Jimin sonriéndole con esa complicidad que construyeron juntos, quedó paralizado y con su corazón latiendo a toda velocidad.