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Ya había pasado un poco más de tres meses, donde Jimin y Yoongi se dedicaron a salir en citas, dieron algunas caminatas al atardecer en diversas playas privadas, pasaron noches viendo películas y series o sismplemente con juegos de mesa. En resumen, estuvieron fortaleciendo cada vez más su relación y ahora sin mentiras que la entorpezcan, durante este transcurso de tiempo Jimin corroboró que no quería separase de Yoongi en ningún sentido. Él era su tesoro y lo debía cuidar mucho para no perderlo.

Por eso decidió llevar su relación al siguiente nivel.

Le preguntó al pelinegro si quería conocer a su madre, lo cual sorprendió mucho a Yoongi. Él se había quedado sin habla, no tenía idea alguna sobre cómo era la mujer, ni siquiera sabía si aprobaba a los omegas machos, puesto que aún no eran aceptados del todo por la población más adulta. Sin embargo, aceptó. Supo que el alfa estaba haciendo las cosas correctas, ya que le estaría presentando a su madre, quien era el pilar principal para Jimin. Conocía mejor que nadie cuanto la amaba, más por haber sido madre soltera que lo sacó adelante por sí misma.

Ambos ya se encontraban en la puerta de la hogareña casa, simple, pero bien cuidada. Se encontraban en Busan, ciudad natal de alfa. Era una buena opción para quedarse unos días, tras el escándalo que explotó en los medios por la vez en que Jimin se humilló ante él en busca de su perdón. No los dejaban en paz, siempre estaban bajo el lente de una cámara, incluso si tomaban medidas para tener algo de espacio para ellos mismo, siempre, de una manera u otra, lograban meterse en su burbuja. Por eso, el rubio también decidió tomarse un descanso.

Los dos se estaban tomando un descanso de absolutamente todo, para centrarse en ellos.

Yoongi sintió los nervios recorrer toda su anatomía cuando la puerta de entrada fue abierta, dejando ver a una pequeña mujer en sus cuarenta, quizás un poco más. Olisqueó el aire y efectivamente, se trataba de una omega. Jimin no dudó en abrazar con todas sus fuerzas a su progenitora. Se notaba que la extrañaba y le hacía falta.

Quedó en blanco al ver cómo la señora de mayor edad soltaba a su hijo lentamente para luego mirarlo con recelo. Yoongi pudo afirmar, por más loco que sonase, que la mujer lo odiaba.

—Un gusto, soy...

—Entra —ordenó firme, dejándolo con la palabra en la boca e ignorándolo.

«Vamos, Yoongi. Sonríe, es tu suegra, la madre de Jimin, debes de tenerle paciencia»

Vio cómo la mujer trataba con mucha delicadeza a su predestinado, a simple vista, notabas que su hijo era su adoración. Ella se marchó, dirigiéndose a lo que suponía que era la cocina, era la hora del almuerzo. El rubio le había especificado que compartirían una comida y que se quedarían hasta el día siguiente con su madre.

Jimin estaba ilusionado con la idea de que conociera a su progenitora, pero la señora no se lo dejaba fácil.

Para nada.

—¿Por qué estás tan pensativo? —preguntó Jimin, sacando al omega de sus pensamientos.

Yoongi lo miró dudoso. No quería arruinarle su buen ánimo.

—Creo que no le agrado —dijo en voz baja.

—No digas eso, mi mamá solo es un poco dura porque sabe que me tienes en tus manos. Está celosa —El alfa posó su mejilla contra la blancuzca del omega, apretujándolas con cariño.

—Eso espero...

—No lo dudes, con el tiempo te va a adorar tanto como lo hago yo. Solo tenle paciencia, Roma no se hizo en un día, Yoonie —El aludido solo sonrió al sentir como Jimin lo abrazó con pereza apoyando todo su cuerpo en él, queriendo hacerle perder el equilibrio.

MCs ➳ JimsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora