MCs ➳ Jimsu

30

Resbaloso.

Le hacía cosquillas.

Un muy placentero cosquilleo que lo estremecía. Sí, esa era una buena descripción a lo que sentía en su cuerpo.

A Yoongi le había llegado su celo de una forma muy repentina y las pastillas no hacían algún efecto en él. Sabía lo que significaba, su omega quería a su alfa, pero no lo entendía del todo al mismo tiempo... él ya había tenido sexo con Jimin hace menos de un mes. No lo habían planeado, pero eso estaba bien, él no quería que su primera vez juntos fuera bajo sus instintos, estando ambos completamente cegados y que no lo recordaran más adelante con lucidez.

No era virgen, pero jamás había estado con un alfa y vaya que era diferente.

Él se encontraba apoyado con sus antebrazos, su torso extendido en la cama y como punto final, con su trasero alzado. Ahí, detrás, se ubicaba el rubio con su cara enterrada entre sus nalgas lamiendo fervientemente su entrada, saboreando directamente su lubricante natural.

Estaba avergonzado, pero se sentía rico y tan bien. Estaba sensible, demasiado. Así que solo optó por abrir más sus piernas, dándole más espacio al menor que fortaleció su agarre que tenía en sus caderas, manteniéndolo más cerca y quieto, mientras que Jimin seguía lamiendo superficialmente sobre toda la zona.

Gimió en voz alta, cuando la traviesa lengua entró directamente lo más que podía en su agujero haciendo que ponga sus ojos en blanco automáticamente por el placer que sentía por el músculo resbaloso. Ingresaba y salía constantemente, notando que cada intromisión era más profunda que la anterior. Yoongi abrió su boquita sin emitir sonido al sentir los dientes del otro rozar ligeramente su parte privada.

Lo quería volver loco sin duda alguna.

—M-maldita sea... ya mételo —demandó con sus ojos llorosos, sacándole una risa ronca a Jimin, quien le dio una sonora nalgada ante el reclamo.

—¿Estás un poco exigente?

—Y tú... —mencionó soltando un suspiro por el dedito que estaba amenazando con hundirse en su interior—. Estás un poco lento ¿Por qué no te apresuras o es que aún no logras pararla?

—Que gracioso Yoon, tú ya has comprobado que hasta solo verte dormir me excita —dijo acariciando con parsimonia la pompa derecha blancuzca, maravillándose por lo redondita y suave que era al tacto.

El omega se sonrojó, era cierto, él era consciente de ese hecho. No quería entrar en detalles.

—Menos palabras y más acción.

—Como ordenes, al final, ¿Quién soy yo para negarme entrar al paraíso? —mencionó estirándose un poco a la mesita de noche, buscando un preservativo.

Jimin se desesperó al no encontrar uno.

—Yoongi... —llamó al otro con la inseguridad en su voz.

—¿Qué? —preguntó fastidiado ¿Tanto era pedir ser follado?

—En el caso hipotético de que se hayan acabado los condones ¡Solo un supuesto! —aclaró rápidamente—, ¿Me dejarías ingresar si te prometo venirme afuera sin anudarte?

—No hay condones, ¿Cierto?

—No.

—Sin globito, no hay culito —dijo acomodándose y buscando sus calzoncillos.

—¡Prometo salir a tiempo! —mencionó Jimin tratando de detenerlo.

El omega lo miró con sus ojos felinos entrecerrados.