Yoongi estaba aburrido en su cama, pasando el cincuenta por ciento de su tiempo jugando Candy Crush, quiso evitar ponerse triste por lo que hizo el estúpido alfa, pero era inevitable, se trataba de su pareja destinada y tenía sentido que estuviera dolido.
«Vaya vida»
Mandó a volar a su mánager, que furioso lo había despedido. Lo irónico es que un día después apareció el mismo CEO de la empresa a la que pertenecía y le pidió disculpas en nombre de ese otro idiota. Parecía que como no era vigilado de cerca hacía lo que se le daba la gana con él.
Aprovechaba que como era un artista nuevo, no le ponían tanta vigilancia. Parecía un chiste, pero era así, aún no contaba con la trayectoria, ni ventas o premios necesarios para que lo traten con los cuidados necesarios y debidos. Ese beta había hecho de las suyas sin tener la aprobación de sus superiores.
Algo bueno tuvo que salir de esto: ya que, ahora iba a decidir sobre su vestuario, el concepto de sus canciones, actitud frente a cámaras y el jefe le dejó en claro que no debía de andar de coqueto si no quería. Siempre había sido su decisión.
Se sentía bien saber eso.
Por eso estaba echado, ahogándose en su propia pena, ya que se iba a tomar un descanso de seis meses. Quería que cuando estuviera en un escenario, dar lo mejor de sí y no andar desganado por sus problemas personales, sus fans lo merecían, ellos merecían una buena presentación.
Ahora sí podría comer sin inhibirse, porque faltaba mucho para su comeback. Así que, estaba por su cuarto bote de helado, mientras veía una novela turca.
«Maldito Baris, igual de mentiroso y falso que Jimin»
Sip, ese era su nuevo estilo de vida.
Recibió un mensaje en su celular de un número desconocido que le había escrito que abriera la puerta de inmediato ¿De quién se trataba?
No iba a hacerlo. Nadie le daba órdenes.
Pero su celular no dejaba de sonar por culpa de ese número.
Iba a ir por su sartén, podría ser un ladrón o un loco. Mejor prevenir que lamentar. Aunque no lo creía, el departamento en el que vivía era de alta seguridad, especialmente para él que era un omega y algunos fans alfas locos podrían intentar hacer algo en su contra.
Solo se limpió los restos de helado podían haber alrededor de sus finos labios y caminó con pereza a dirección de la puerta de entrada. Hacía calor, por consecuencia llevaba un polo ligero blanco y unos shorts negros por encima de sus rodillas.
Bostezó y al abrir la puerta se le fue todo rastro de sueño.
Gruñó.
—¿Qué haces en mi territorio? —Jimin al intentar hablar, Yoongi rodó los ojos—. Mejor ni me respondas —Lo interrumpió e hizo el amago de cerrar la puerta, pero el rubio puso su pie evitándolo.
—Quisiera que convers...
—¡SAL DE AQUÍ QUE NO RESPONDO!
—Te traje flores —Le extendió un ramo de girasoles, preciosos para Yoongi que luego frunció su ceño recordando de quién provenían esas flores.
—¿Crees que con unas mugrosas flores te voy a perdonar? —preguntó indignado.
—Quiero cortejarte —contestó el alfa sincero. Estaba desesperado y esto fue lo mejor que se le pudo ocurrir.
Debió pedirle consejos a Jungkook, como omega, de seguro él sabía qué podía hacer.
—¿Cortejarme? ¡Cortejarme! —exclamó con ironía Yoongi con una risa de por medio, a pesar de que no hubiera gracia alguna—. ¿No te sería más fácil intentar doblegarme con tu voz de mando? Cierto... no te funcionó y nunca lo hará ¡Imbécil! —gritó mostrando parte de sus colmillos, él y su lobo estaban furiosos.
—Vamos, Yoonie. Olvida lo que pasó y regresemos.
El omega lo miró con una sonrisita, Jimin no pensó que lo iba a lograr, pero estaba feliz, por lo que extendió el ramo de girasoles y cuando Yoongi lo recibió, cambió por completo su gesto a uno que le llegó a dar escalofríos.
—¡O-oye! ¡¿Pero qué te han hecho las pobres flores?! —replicó sorprendido.
El pálido pelinegro comenzó a arrancar las flores separándolos de sus tallos con odio, su aroma se había vuelto agrio. El lobo de Jimin estaba lloriqueando por no poder oler el rico aroma a vainilla y moras al que se había acostumbrado.
Estúpido humano el que le había tocado.
—¡TOMA TUS CONDENADAS FLORES! —Le arrojó uno por uno cada trozo de las partes hacia la cara del alfa con fuerza—. ¡ES TU CULPA! ¡TODO ES TU CULPA!
«Tal vez debí disfrazarme de ese terrorífico oso»
Jimin al ver cómo el omega iba a agarrar la sartén lo abrazó por detrás para retenerlo. Eso fue suficiente para incrementar la llama el doble, Yoongi comenzó a forcejear y lanzó mordiscos que quisieron hacerle gritar de dolor puro al alfa.
Pisotones, rasguños, codazos y mordiscos, a eso estaba recurriendo el pelinegro en una forma de defenderse del alfa.
Se estaba sintiendo como un saco de boxeo.
«Oh santísima Diosa Luna, apiádate de mí»
Yoongi dejó de removerse al sentir algo duro detrás de él. Esto debía ser una jodida broma. Alzó su mirada para ver al rubio y se percató que este estaba concentrado en cierta parte de su cuerpo, su pecho que estaba al descubierto, estaba tan empeñado en zafarse que no se percató que sin querer su polera se movió revelando más piel de la necesaria.
«Malditos alfas que solo piensan en coger»
Tanto él como su omega interior estaban furiosos, así que Yoongi le dio un puñetazo en la quijada al de piel bronceada haciéndole perder el equilibrio.
—¡FUERA! ¡TE DIJE QUE NO TE QUERÍA VER! —vociferó jalando al alfa que no salía de la impresión, sacándolo de su hogar y cerrando la puerta de golpe.
Jimin lo había subestimado, sí, tenía una impresionante fuerza a pesar de ser un omega y parecía muy decisivo en no querer saber nada de él.
¿Ahora qué se supone que hiciera?
«Dame una señal, Diosa, te lo pido»
Y escuchó un trueno.
No sabía qué hacer y vi esta foto de Yoongi:
No es por nada, pero me siento ofendida porque yo como mujer tengo mis shishis así.
👺👺👺 y las mujeres de mi familia son chichonas tipo copa C.-Alme
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MCs ➳ Jimsu
FanfictionLos próximos MCs para MBC son Park Jimin, quien prácticamente ha vivido bajo reflectores desde que era un cachorro, y Min Yoongi, quien debutó hace menos de un año. Un alfa perfecto según la sociedad y un omega definido con una sola palabra: salvaje...